Rune da la campanada del torneo al eliminar a Tsitsipas

El danés de 19 años Rune pudo con el número cuatro del mundo, que llevaba dos años seguidos alcanzado al menos los cuartos. Cilic echó a Medvedev con un recital.

Nacho Albarrán
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Holger Vitus Nodskov Rune se convirtió este lunes, si ya no lo era, en la gran revelación de la presente edición de Roland Garros. El danés de 19 años y número 40 del mundo venció en cuatro sets (7-5, 3-6, 6-3 y 6-4 en tres horas) al cuarto favorito, Stefanos Tsitsipas y se enfrentará en cuartos de final al noruego Casper Ruud, que se deshizo también en cuatro mangas (6-2, 6-3, 3-6 y 6-3 en 2h31) del polaco Hubert Hurkacz.

Rune ha explotado todo su talento en la temporada tierra, con su primer título cosechado en Múnich, donde eliminó a Alexander Zverev camino de la final que le ganó a Botic van de Zandschulp, y las semifinales de Lyon, donde le frenó Cameron Norrie. No había participado nunca en el Grand Slam francés, y no había pasado de la primera ronda el año pasado en el US Open ni esta temporada en el Open de Australia. En noviembre de 2021 compitió en las NextGen ATP Finals y cayó ante Carlos Alcaraz, un rival de su generación con el que ya había coincidido antes en categorías inferiores y que fue superado por el murciano. Al margen de la gira de arcilla, su campaña no había sido muy llamativa (su balance es 16-10), pero en París se destapó ya al vencer a Denis Shapovalov en la primera ronda. Es el primer danés que llega a cuartos en la historia del evento francés. El último que lo consiguió en un major fue Jan Leschly en el US Open de 1967. Gracias a su triunfo, habrá dos adolescentes (en otro es Alcaraz) en la penúltima ronda de un Slam por primera vez desde Roland Garros 1994 (Dreekmann y Andrey Medvedev, que tenían 19).

Ante Tsitsipas despachó una actuación sensacional y valiente con 54 golpes ganadores. “Parte de mi táctica era jugar lo más agresivo posible, porque Stefanos ataca cada bola. Las dejadas también eran parte del plan”, reveló después de explicar cómo le sentó dar la campada ante el griego, que llevaba dos años alcanzado al menos los cuartos del torneo y que en 2021 fue finalista y tuvo contra las cuerdas a Djokovic. "Tengo una sensación increíble. Estaba muy nervioso al final, pero la gente me ayudó mucho". Su madre, que le sigue a todas partes, es una pieza fundamental en el éxito de Holger: "Mi madre y todo mi equipo es por los que estoy aquí hoy y estoy muy agradecido a todos". Ahora es un rival peligroso para cualquiera, porque está haciendo el mejor tenis de su vida.

Recital de Cilic para echar a Medvedev

No se puede catalogar de inmensa sorpresa, porque Daniil Medvedev no es un especialista en tierra, pero era difícil de esperar la solvencia con la que Marin Cilic superó al ruso en el partido que cerró la jornada en la Philippe Chatrier. El croata, 23º del ranking, que no llegaba tan lejos en un Grand Slam desde 2018, echó al número dos con un 6-2, 6-3 y 6-2 en una hora y 47 minutos que esconde un recital al servicio y un carrusel de golpes ganadores que desarmaron a la oposición.

Medvedev jugó un partido irreconocible, a un ritmo muy inferior al de Cilic, que ganó un 90% de los puntos que jugó con su primer saque y mostró altos niveles de eficacia cuando dispuso de opciones al resto (cinco de siete bolas de break aprovechadas). El primer zarpazo llegó en la primera oportunidad que le concedió Daniil, en el sexto juego, y repitió en el noveno para amarrar el set inicial. La película se repitió en la segunda manga. Esta vez tuvo que cerrar al saque. No le tembló el pulso. La versión que daba su rival hasta ese momento no invitaba a pensar en una remontada épica precisamente, y no ocurrió. Todo lo contrario. El parcial definitivo arrancó con dos quiebres que terminaron de asfaltar el camino a cuartos de Cilic. Enfrente tendrá el miércoles a otro ruso, Andrey Rublev, que avanzó por retirada del italiano Sinner cuando le ganaba por 1-6, 6-4 y 6-2.


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