Que los cumplas feliz
Inolvidable Julián Alvarez: seis goles para la tremenda goleada 8-1 de River a Alianza Lima. Una primera ronda magnífica, sólo superada por el bicampeón Palmeiras.
Los seis goles de Julián son una buena noticia, increíble en realidad que un jugador argentino sea tan relevante a nivel internacional, importancia que justifica la inversión del Manchester City de Guardiola. Hay que ser muy bueno para que un equipo que elige a quién comprar y cuándo, que tiene la billetera disponible para satisfacer las necesidades del entrenador se fije en un jugador de la liga argentina y lo pague lo que lo pagaron. Piensen que también firmaron a Haaland, por ejemplo, que es uno de los mejores del mundo.
Todos estos años la figura del equipo es el Muñeco. Hemos tenido grandes jugadores. Grandísimos, que quedarán para siempre en nuestros corazones. Una noche Nacho Scocco metió cinco goles y esos cinco eran más importantes que estos seis. Por más crack que haya sido Scocco, no tuvo la influencia sobre el equipo que tiene Julián. Eso habla bien de Julián porque la competencia es grande. Pratto, Alario, Driussi, Pity, Nacho Fernández, Negro Sánchez, el Cavegol, Teo, Mora, Rafa Borré... Pasaron tantos jugadores enormes que parece mentira que podamos decir que tenemos uno que marcó más diferencia. Pero así es.
Hacer seis goles en un partido no lo consiguió nadie jamás en un partido oficial en River pero la idea de que un jugador pueda hacer dos o tres goles en más de un partido lo transforman en absolutamente determinante, una especie de Messi del fútbol argentino.
Entonces, aunque sea una noticia excelente que un jugador meta seis goles, es imposible evitar pensar cómo lo vamos a reemplazar en poco más de un mes cuando se vaya a su aventura europea y lleguen las instancias decisivas de esta Copa tan competitiva.
Respecto del juego, es un placer ver jugar a River cuando juega bien. Es así. Cuando River despliega y vuela su fútbol, va en el aire con combinaciones precisas que transforman este juego en arte. La pasión con la que juega el equipo, el compromiso, merecería un reconocimiento generalizado, que no se da por la envidia de la rivalidad o la ceguera de la pasión por otras camisetas. Es entendible para hinchas, no tanto para periodistas.
Hoy toca felicitar al equipo. Jugamos una primera ronda impecable. Cinco victorias sobre seis, con rivales difíciles y una clasificación holgada. El segundo mejor de todos los equipos de esta fase de grupos, sólo superado por Palmeiras, que ganó todos los partidos y parece jugar otro campeonato. Es muy bueno el semestre. No a nivel local, en el que no llegamos donde podíamos pero que también puede significar un aprendizaje para lo que viene. Más allá de ese golpe, del poderío de los rivales en esta competencia, siempre hay que creer en este equipo.