Oriente Petrolero fue humillado en el Tahuichi al sufrir un doloroso 1-10 ante Fluiminense
Los brasileños , que al igual que los refineros quedaron eliminados, ganaron este jueves con goles de Martins (28", 41' y 54'), Cano (9', 12' y 58'), Arias (17'), Caio Paulista (36'), Silva (66') y William (75'). Descontó Álvarez (15'). Dos expulsados: Rojas (OP) y Nonato (F) a los 28'. .
Carlos Jordan Paz, El DeberOriente Petrolero sufrió este jueves en el estadio Tahuichi Aguilera una humillante derrota ante Fluminense por 10-1 en la última fecha, grupo H, de la Copa Sudamericana.
Su despedida fue triste por la goleada en contra, que es histórica para el club, y porque cierra su participación sin haber ganado en seis fechas.
Matheus Martins (28", 41' y 54'), Germán Cano (9', 12' y 58'), Jhon Arias (17'), Caio Paulista (36'), Manoel Silva (66') y Manoel Willian (75') anotaron para los brasileños que al igual que los refineros están eliminados pese a la contundente victoria de visitante. Sebastián Álvarez (15') anotó el solitario gol albiverde.
Ambos equipos terminaron jugando con un hombre menos por las expulsiones de Hugo Rojas, de Oriente, y Nonato, de Fluminense, a los 28 minutos.
Erwin Sánchez encaró este compromiso internacional con un equipo mixturado entre titulares y suplentes, quizás pensando ya en el partido del fin de semana por la segunda fase del torneo Apertura de la División Profesional.
La propuesta de Fluminense fue clara y contundente. Desde el pitazo inicial del árbitro buscó el arco rival y por esa actitud abrió el marcador cuando apenas transcurrían los 28 segundos mediante Martins que hizo tres goles, al igual que el colombiano Germán Cano, la figura del encuentro.
No había forma de que Oriente reaccione ante el el juego rápido y efectivo de los brasileños. Sánchez acudió en el segundo tiempo a lo mejor de su repertorio para frenar el asedio ofensivo de la visita. Incorporó en defensa a Maximiliano Caire y en el ataque a Facundo Suárez, el goleador del equipo.
Nada cambió porque continuaron las arremetidas de un Fluminense que después de los diez goles siguió buscando el arco de Wilson Quiñonez, esta vez vapuleado ante el frágil juego de sus compañeros.