Manchester City campeón: Pep Guardiola, el rey del ataque al que no le hacen goles
El flamante monarca inglés defiende lejos de su arco y es el equipo que más presiona en toda la liga
Guardiola, catalogado como el rey del fútbol ofensivo, puede jactarse de hacer realidad aquello de que “la mejor defensa es un buen ataque”. Más números: en 9 de las 10 temporadas en las que se consagró campeón con Barcelona, Bayern y Manchester City, sus equipos fueron los menos vencidos del torneo. Esta última Premier League no es la excepción: recibió apenas 26 goles, tres más que en la campaña 18-19, cuando también se alzó con el título y le convirtieron sólo 23 veces.
La razón de semejantes números hay que buscarla en la postura de sus equipos, en cuyo manual de estilo la presión alta es un punto ineludible. Los equipos de Guardiola no saben acurrucarse contra su arquero. Ni siquiera cuando van ganando. Prueba de ello es que este último Manchester City tiene la mayor diferencia de gol de toda la Premier League (+72) y es el más goleador de todos (96 conquistas), aún cuando muchas veces juega sin un delantero de referencia (Gabriel Jesús no es titular indiscutido y, de hecho, abandonará el equipo). La llegada del noruego Erling Haaland desde Borussia Dortmund, de Alemania, aportará aún más colmillos a una línea de ataque que ya es carnívora por naturaleza.
Una atrapante definición
Las estadísticas de la Premier League aportan más claridad: Manchester City es, por lejos, el equipo que menos defiende en su campo. Suma apenas 913 intentos de recuperación de pelota (o “presiones”, su término técnico) en el tercio del terreno más cercano a su propia área. Por lo general, entonces, los hombres de Guardiola hacen el trabajo sucio antes de que los rivales lleguen con pelota dominada a los dominios de los cuatro defensores o el arquero. El equipo que le sigue en cuanto a la presión alta es, por supuesto, Liverpool: 1274 presiones en campo propio. Es decir, 361 intentos más que el City. El tercer escalón del podio es para Arsenal, dirigido por Mikel Arteta, con 1372 presiones en terreno propio.
Pero al flamante campeón de la Premier League lo caracteriza otro gen: es el equipo que más chances de éxito tiene cuando intenta robarle la pelota al rival. Dicho de otro modo: ningún otro plantel del fútbol inglés tiene un porcentaje de acierto más alto (32,5%) a la hora de presionar para retomar la posesión del balón. El City consigue recuperar la pelota una de cada tres veces que lo intenta. En ese ranking de voracidad le siguen Brighton (tal vez, la revelación de la temporada) y, otra vez, Liverpool.
“Creemos que no necesitamos mucha gente en el área propia para defender bien”, graficó Guardiola cuando le consultaron, antes de jugar este año contra Brentford, por el trabajo de sus futbolistas a la hora de evitar un gol del rival. Pep añadió: “¿La mejor manera de defender? Cuando el rival tiene la pelota lejos de la pelota y... cuando la tenemos nosotros. Para conceder un gol, el rival debe tener la pelota. Cuanto menos la tenga habrá más chances de irnos con la valla invicta y ser sólidos”, completó. Sin poder con su genio, pasó a la fase del juego que más le gusta: el ataque. Y recalcó: “Después, podemos hablar de lo que debemos hacer cuando tenemos la pelota”.
¿Cómo hizo Guardiola, entonces, para solucionar el problema defensivo que tenía al finalizar la temporada 16-17? Apeló a la billetera. Pero también eligió a los futbolistas que le podían aportar soluciones. Cambió veteranía por juventud. El entrenador del City encontró a su propio Virgil Van Dijk (la roca de la defensa de Liverpool) en el portugués Rubén Dias, adquirido la temporada pasada a Benfica (Portugal) por 68 millones de euros. La otra contratación estrella de la campaña 20-21 fue Nathan Aké, también defensor, comprado a Bournemouth por 45,3 millones de euros. En total, Guardiola invirtió 113,3 millones en un mercado para terminar de consolidar el bloque defensivo. Años antes se había asegurado a Joao Cancelo, lateral portugués que puede jugar por ambas bandas, comprado a Juventus en 65 millones de euros. Ederson, el arquero, había costado otros 40 millones.
El portugués Cancelo, por ejemplo, tuvo una temporada extraordinaria a nivel defensivo. Sus números en la campaña 21-22 lo colocan como el futbolista que más intentos hizo por recuperar la pelota en el último tercio del terreno (22) en toda la Premier. Y es el mejor defensor de su equipo en porcentaje de éxito a la hora de marcar: 34,7%. El portugués conjuga esa contracción a la marca con una permanente vocación ofensiva: es el futbolista que más veces toca la pelota (3608 toques), el tercer jugador que más centros tira en toda la Premier y el segundo que más pases da en el último tercio del campo. Es decir, allí donde se anotan los goles. Un auténtico todoterreno.
La intensidad defensiva del flamante campeón de la Premier League también se demuestra en los pequeños duelos en todos los sectores de la cancha. Si bien Guardiola no habla de “tackles”, sí le gusta hablar de duelos. Esas batallas uno contra uno en las que los suyos suelen imponerse en base a gambeta o desequilibrio individual. Manchester City es el segundo equipo que más duelos aéreos gana en toda la Premier League. Sólo su clásico rival, el United, tiene una expectativa de éxito mayor cuando la pelota va por el aire. Aquel Manchester City liviano, poco intenso y que concedía goles por desatenciones defensivas parece haber quedado atrás. Y Guardiola celebra: tiene un equipo completo.