Los fanáticos de Man City invaden el campo y rompen el arco después del triunfo de la Premier League
Los fanáticos del MANCHESTER CITY rompieron el travesaño cuando irrumpieron en el campo luego de su dramática victoria en el título de la Premier League.
Los Citizens remontaron un 2-0 en contra para ganar 3-2 al Aston Villa en el Etihad.
Ilkay Gundogan anotó dos veces a cada lado del empate de Rodri en un bombardeo de seis minutos.
Y eso fue suficiente para superar al Liverpool y coronarse campeón .
Pero antes de que los jugadores del City pudieran siquiera bajar por el túnel antes de volver a salir para levantar el trofeo, miles de seguidores locales corrieron al campo cuando sonó el silbato final.
Algunos incluso se subieron a los postes de la portería, partiéndolos por la mitad.
El talismán Kevin De Bruyne fue inmediatamente rodeado por comisarios que se abrieron paso entre la multitud para poner a salvo al Jugador del Año de la Premier League.
La persona en la tannoy suplicó desesperadamente a los fanáticos que despejaran el campo y se mantuvieran alejados, al igual que un mensaje en las pantallas gigantes.
Esta semana, el fútbol inglés se ha visto empañado por una serie de escenas desagradables, que culminaron con el jefe del Crystal Palace, Patrick Vieira, pateando a un fanático del Everton que abusó de él después de que los Toffees garantizaran la seguridad.
Gerrard dijo: "Vamos a ver cómo está ahora, pero creo que deberías hacerle esas preguntas a Pep y al Man City".
Pero los aficionados del City se negaron a moverse durante un rato mientras celebraban el increíble final.
Eso incluyó levantar un trofeo inflable, minutos antes de que los jugadores obtuvieran sus medallas y Fernandinho sostuviera el trofeo real en alto.
Los agentes del Liverpool, Steven y Philippe, amenazaron con arruinar la fiesta en Manchester.
Matty Cash adelantó al Aston Villa en el descanso y Philippe Coutinho añadió un segundo tras el descanso.
Pero los campeones demostraron que están hechos de acero al contraatacar de manera soberbia y asegurar su sexta corona de la Premier League, y la cuarta en cinco años.
