La venta de Coutinho al Aston Villa, símbolo del fracaso del Barcelona
El brasileño, la compra más cara de la historia del club catalán, nunca encajó en el equipo
La operación, de todas maneras, fue celebrada por las tres partes: el Aston Villa y Steven Gerrard están encantados con un jugador que ya fue compañero del técnico en el Liverpool; el Barcelona recupera 20 millones y se reserva un 50% de la plusvalía de una futura venta del delantero; y Coutinho se siente mucho más a gusto en Birmingham que en Barcelona.
Al jugador le pudo la presión del Camp Nou. No congenió con una afición que le recibió con una ovación y le despidió con silbidos después de un entretiempo variable que incluye una cesión al Bayern Múnich de 2019. El equipo alemán le pagó al Barça 8,5 millones por su préstamo, asumió la ficha del jugador y le alineó en los cuartos de final de la Champions cuando le ganó al Barça por 2-8, justamente con dos goles del brasileño.
El delantero, que disputó 39 partidos y marcó 11 goles con el campeón de la Bundesliga, se tomó a su manera la revancha de la bronca de la hinchada azulgrana después de no celebrar un gol y taparse los oídos en un partido de la Champions League disputado en abril de 2019 contra el Manchester United.
Coutinho simboliza a fin de cuentas el fracaso de la política deportiva de la junta del expresidente Josep María Bartomeu. La directiva perdió el oremus en el verano de 2017 con la salida de Neymar al PSG y despilfarró los 222 millones recibidos por la cláusula de rescisión del brasileño en fichajes como el del Coutinho y Dembélé (105, más 40 en variables).
La incorporación posterior de Griezmann certificó el extravío que han llevado a la ruina –la deuda es de unos 1.300 millones– a la entidad azulgrana presidida hace un año por Joan Laporta. Bartomeu se obsesionó con encontrar al delantero que completara el tridente con Luis Suárez y Messi y la historia terminó con la salida del uruguayo (Atlético) y el argentino (PSG).
A Coutinho no le ayudó ocupar una posición indefinida en un equipo tan ortodoxo como el Barça. Nunca fue el sustituto de Iniesta, como pretendían algunos de sus seguidores en el Camp Nou. La mejor de sus temporadas fue, en cualquier caso, la primera. A partir de enero de 2018, cuando llegó de Anfield, marcó nueve goles y dio ocho asistencias en los 22 partidos que jugó en la Liga y en la Copa.
No trascendió, en cambio, en su segunda temporada, pese a que Valverde le alineó en 54 partidos. Anotó 11 goles, además de contar cinco asistencias, una estadística con la que no se conformó la afición del Camp Nou. La cesión al Bayern tampoco fue un remedio porque el club alemán no ejecutó la opción de compra 120 millones y Coutinho regresó al Barcelona.
Koeman le recibió encantado en la temporada 2020-2021 después de las salidas de Luis Suárez y Rakitic. El delantero, sin embargo, disputó 14 encuentros, metió tres tantos y se lesionó en el menisco externo de la rodilla izquierda el 30 de diciembre de 2020. Tuvo que pasar tres veces por el quirófano y no reapareció hasta septiembre en un partido europeo contra el Bayern.
La última estación fue su pase en enero como cedido al Aston Villa. El Barcelona necesitaba rebajar su masa salarial, y la ficha de Coutinho se acercaba a los 16 millones de euros, mientras el jugador precisaba minutos para mantener también su puesto en la selección de Brasil con vistas al Mundial de Qatar. El Aston Villa fue y ha sido la solución y un alivio también para el Barça.
“Es un fichaje brillante porque es un modelo profesional y su impacto en el grupo ha sido muy bueno”, afirma Gerrard, encantado con Coutinho, que firmará un contrato hasta 2026. El jugador de Río de Janeiro se ha alineado en 16 partidos y ha marcado cuatro goles desde su llegada en enero a Birmingham. La conexión con la hinchada es además excelente comparada con la del Camp Nou.
Nadie extraña al brasileño en el Barcelona, que ha aceptado encantado el traspaso por la mitad de dinero del previsto para poder volver a liberar masa salarial y afrontar alguno de los fichajes solicitados por Xavi. Coutinho, que disputó 106 partidos y sumó 26 goles, fue un extraviado en un club que presume de brasileños como Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho y Neymar.