INTER 4 - EMPOLI 2 / El Inter sigue soñando con una remontada loca
Los nerazzurri batieron 4-2 al Empoli, que llegó a tener dos goles de ventaja. Ahora los de Inzaghi lideran el Calcio, a la espera de la complicada visita al Verona del Milan.
La primera parte fue una pesadilla para el conjunto de Simone Inzaghi. Los de Andreazzoli, ya sin objetivos pero con enorme orgullo, fueron mejores y llegaron a tener merecidamente dos goles de ventaja.
El primero, después de apenas cinco minutos, lo anotó Pinamonti. El punta llegó a su club cedido justo por los nerazzurri, y en los últimos días fue polémica por haber reconocidoque espera ver a los interisti llevarse el scudetto. Su respuesta llegó con una gran estirada a pase de Zurkowski, que poco después marcó también el 0-2. Su tanto, sin embargo, fue anulado por fuera de juego, y hubo críticas sobre la decisión del árbitro, que no consideró jugada un toque de Perisic que habría habilitado a su rival. El trencilla, después, se equivocó claramente pitando un penalti por una entrada sobre Brozovic de Parisi. El VAR le pidió analizar las imágenes e, inevitablemente, Manganiello canceló la pena máxima. El susto no apagó a los toscanos, que en el 28' anotaron el 0-2, esta vez legal, con Asllani, que recibió un pase largo de Fiamozzi y anticipó a Handanovic.
Este resultado le habría prácticamente entregado el scudetto al Milan, pero el Inter resurgió rápidamente. Antes del descanso, con algo de suerte, recortó distancias gracias a un centro de Dimarco que encontró el gol en propia puerta de Romagnoli. Justo antes de regresar a los vestuarios, además, Lautaro puso las tablas con un latigazo recibiendo un centro raso de Calhanoglu.
El partido del Empoli, básicamente, se acabó allí. Los visitantes intentaron defenderse como pudieron ante el arreón de los interisti, que lograron el 3-2 otra vez con el Toro. Lautaro, con una volea, desató la fiesta de San Siro y sumó su tanto número 19 en esta Serie A, un récord para su carrera.
El Inter rozó la sentencia varias veces y, tras un remate al poste de Dzeko, la consiguió con Alexis, que empujó entre palos un centro del mismo bosnio. Los deberes nerazzurri están hechos: ahora, a pensar en la Copa.
