FRIBURGO 1 - RB LEIPZIG 1 (2-4) / El Leipzig toca el cielo

Eggstein adelantó al Friburgo. Los de Tedesco se quedaron con diez a falta de más de media hora para el final tras una falta de Halstenberg sobre Höler. Günther y Demirovic fallaron su penalti.

José Carlos Menzel
As
El RB Leipzig tocó el cielo en una noche berlinesa que jamás olvidarán los toros rojos. Se impusieron los sajones en una épica y disputadísima finalísima en la tanda de penaltis ante un Friburgo que cayó de pie. Pagaron caro los de Streich no sentenciar el partido después de quedarse con uno más sobre el terreno de juego tras 57 minutos de partido. Incluso con inferioridad numérica, el Leipzig se mantuvo en pie durante los compases finales del choque, durante la prórroga y levantó el primer título de toda su historia tras mantener los nervios desde los once metros. Historia del Leipzig.

Después de los típicos nervios durante el tramo inicial de toda una finalísima de la Pokal, la polémica se adueñó del Olímpico de Berlín. Se puso por delante el Friburgo gracias a un disparo de Eggstein que, eso sí, no hubiera sido posible si Sallai no hubiera cedido el esférico con la mano a su compañero. El colegiado no interpretó que hubiera voluntariedad en la escena, por lo que el tanto subió al luminoso del feudo berlinés ante el enfado de un Leipzig que partió sin Angeliño de inicio.

El choque se le puso aún más cuesta arriba al Leipzig en los segundos 45 minutos. Después de verse perjudicado en el marcador debido a la mano de Sallai, el conjunto dirigido por Tedesco se quedó con diez a falta de más de media hora para el final debido a una falta de Halstenberg sobre Höler cuando éste ya encaraba al meta Gulacsi. Con todo en su contra, el cuadro patrocinado por la Red Bull tiró de carácter y logró poner las tablas gracias a un centro de Orban que Nkunku empujó sobre la línea.

Con uno menos, el Leipzig inició una ofensiva final que estuvo a punto de apuntillar a un Friburgo en el que Schlotterbeck se postuló, una vez más, como el central más en forma de Alemania. Tuvo Dani Olmo el empate en sus pies, pero su disparo en pleno corazón del área a falta de unos segundos para el pitido final se marchó fuera rozando el palo. El choque se fue a la prórroga, desgaste mayúsculo para un Leipzig que llevaba jugando con diez desde el minuto 57. Sufrió el RB. Haberer la mandó al palo.

Después de 30 minutos más en los que Haberer envió otro disparo potentísimo al travesaño y el VAR denegó una pena máxima ­al límite a Olmo, tuvieron que ser los penaltis los que decidieran una de las finales de la Pokal más apasionantes de los últimos años. Y justo en el momento de más suspense, fue el Leipzig el que logró mantener los nervios. Todos los sajones, incluido Olmo, acertaron desde los once metros ante un Friburgo en el que el capitán Günther y Demirovic erraron. Y se hizo de oro el Leipzig.

Entradas populares