El modelo de justicia restaurativa en jóvenes bolivianos llega a Italia
”Aquí Estamos” (Ed. Infinito) recoge la “vida de doce adolescentes que tienen muchas cosas que contar”, dijo a Efe Montaño, abogado y voluntario que recibió el encargo del italiano Mario Mazzoleni, director del Centro Fortaleza, de reflejar las realidades que se viven en la región boliviana y que llevan a estos jóvenes a delinquir al encontrarse sin alternativas.
Tras recibir la petición, el escritor decidió enfocarse en lo que tenían que decir estos chicos, que han cometido robos y delitos contra la propiedad, diferenciándose del enfoque romántico y sensacionalista que plantea el cine y la literatura, que acaba simplificando los casos a simples “rebeldes”.
Montaño busca relatar de una forma muy humana las historias personales de estos jóvenes, nueve chicos y tres chicas, y las circunstancias que les han llevado a acabar en un centro penitenciario, para lograr una reacción empática del lector italiano.
“Si una persona lee esto en Italia quiero que no caiga en la indiferencia, que pueda sacudirse un poco y darse cuenta de que hay otras personas a miles de kilómetros con realidades muy difíciles pero que también se dan en su realidad italiana”, subrayó.
El escritor boliviano resaltó la importancia de destacar los privilegios que muchas personas tienen como una buena educación o contar con una familia estructurada, algo que estos jóvenes no tuvieron.
“Esta diferencia es una deuda que se tiene con esta población muy vulnerable, porque son adolescentes que no están ni económicamente ni emocionalmente preparados para afrontar la situación”, afirmó.
Para ayudar a los delincuentes, el Centro Fortaleza propone un modelo distinto al normal, basado en los principios de justicia restaurativa, que plantea medidas como un encuentro con la víctima para que los jóvenes se den cuentan de la responsabilidad que tienen y del daño que han provocado.
Con este primer paso, los jóvenes inician un camino hacia una segunda vida de la mano de los trabajadores sociales del centro, que les ayudan a crear nuevas rutinas y comportamientos que les permitan reinsertarse en la sociedad, en su familia y en nuevos entornos.
”Los adolescentes reciben una formación educativa, pero también y sobre todo, una atención interdisciplinar que va desde lo psicológico al acercamiento de los valores sociales para que se pueden reinsertar”, apuntó Montaño, que durante años ha sido voluntario en este centro.