El Fortín sueña despierto

El Fortín logró el milagro y se clasificó en un partido emocionante a la siguiente fase de la Libertadores. Janson, Pratto y Osorio goleadores de la noche.

Eduardo Burgos Rodríguez
As
Victoria cómoda del Fortín para mantenerse con vida en la Copa Libertadores. Un doblete de Janson, Pratto y Osorio cerraron una noche mágica en el Liniers. El Pincha no supo qué hacer durante el encuentro, no logrando salir a la contra, estando incómodo los 90 minutos.

El Fortín sabía que necesitaba un milagro si quería estar en la siguiente ronda. No dependía de sí mismo para lograrlo, teniendo una oreja en el duelo contra su compatriota y la otra en Uruguay para que Montevideo se alzara con la victoria frente a Bragantino.

Los de Vaccari primero debían hacer sus deberes antes de fijarse en otro resultado y salieron con la cabeza puesta en ganarle al Pincha. El Amalfitani era una fiesta, a sabiendas de lo que se jugaban sus chicos, y no defraudó. El Fortín salió al verde con la idea de dominar y lo hizo desde el primer minuto del partido. A los cinco minutos del pitido inicial Soñora tuvo el primero, pero estuvo atento Pourtau para adelantarle en la carrera.

El Pincha fue de más a menos, dándole trabajo a Hoyos en los primeros diez minutos, pero luego se desvaneció. El Fortín supo calmar las aguas y ponerse la careta del protagonista, moviendo la pelota de lado a lado, durmiendo al Pincha en su campo como si fuera un Aissaua con una serpiente. Janson puso el primero con una contra mortal para ganarle el mano a mano al arquero. El estadio se cayó, con las trompetas y los gritos mientras oían como Nacional echaba una mano ganándole a los brasileños.

Los de Zielinski se desdibujaron con el tanto sorpresivo. Vélez no se acomodó, viendo todo de cara, y siguió intentando ser protagonista del choque. Uno cosecha lo que siembra y Vélez hizo un all-in para asegurar su puesto en la siguiente ronda. Kociubinski ayudó en cerrar su pase con un error defensivo imperdonable del que se volvió a aprovechar Janson para poner el segundo en el luminoso. El más vivo del aula volvió a aparecer para darle más vida a un Fortín que se crecía a medida que pasaban los minutos, hasta irse con la ventaja al entretiempo.

En la reanudación, los goles no pararon de llover. Vélez seguía siendo el amo y señor del partido, con un Janson en busca de una nueva pelota para su colección personal. El Pincha salió dormido, o derrotado, a la prolongación. Pourtau, que había evitado la debacle, casi le regala el tercero al Fortín en un mal control, pero que al final se quedó en un mero susto. Soñora la mandó a las nubes. Zielinski se desesperaba en la banda al ver a sus muchachos tan perdidos.

Ante tante confusión, Vélez no desaprovechó la oportunidad y dio un golpe sobre la mesa. Primero Lucas Pratto, con una jugada maradoniana desde la banda izquierda, empaló un tiro casi sin ángulo al palo largo del arquero de Estudiantes. Ante tal debacle, el punto de inflexión del pincharrata fue la expulsión de Valdez por doble amarilla. Osorio se uniría a la fiesta en una carrera para batir en el mano a mano a Pourtau le valió para cerrar el marcador. Con uno menos y en apenas cinco minutos desde su salida al campo, el jugador tocó el cielo aupado sobre el Liniers. El Estadio retumbaba además con todos los goles de Nacional frente a la factoría energética. La radio fue el otro protagonista y el que más furor causó entre la hinchada, recordando esas viejas historias que se contaban los abuelos en el viejo Amalfitani, aquel que vio cómo el Fortín se hacía grande. Hoy, lo volvió a demostrar.

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