El caso Sebastián Villa: mientras la Justicia lo sigue de cerca, el colombiano jugó contra Racing, tuvo una discreta tarea y marcó un penal decisivo
Denunciado por abuso sexual, violencia de género y tentativa de homicidio, el delantero no se destacó como otras veces; pateó con clase un penal
Sobre el campo de juego del estadio de Lanús, el colombiano se mostró acorralado, apagado, excesivamente recostado por el sector izquierdo. A diferencia de los últimos encuentros, en los que se mostró explosivo, enérgico, sobre todo por las bandas, contra Racing fue contenido por Facundo Mura, dispuso de dos tiros libres, en forma de centro, sin pimienta ni puntería. Se sostuvo con pases al costado y hacia atrás. Con más entusiasmo, más enfocado, mostró algunos chispazos de su clase en el tramo final.
Ensayó un par de gambetas, pero le faltó prepotencia a algunas esporádicas buenas intenciones. Debió retrasarse unos metros para contener los avances de Mura, el número 4 de la Academia. En buena parte del segundo tiempo, Sebastián Battaglia le dio indicaciones tácticas, un mayor compromiso colectivo y que se suelte con más incidencia en el desarrollo. Pocas veces, el delantero tomó nota de esos apuntes.
A los 33 minutos del segundo tiempo, exhibió su mejor conexión: escapó a la marca de Mura y cuando iba a superar a Sigali, fue derribado. Y provocó la amonestación del zaguero. En cuanto al público, los hinchas de Boca lo aplaudieron tímidamente y los de Racing, cantaron: “El que no salta es un violín”. En la definición por penales, anotó el sexto remate xeneize. Antes de rematar desde los doce pasos fue silbado por los simpatizantes de la Academia, a los que tuvo de frente ya que el partido se resolvió de cara a la tribuna de los de Avellaneda. Al colombiano poco le importó. Remató sin vacilar y convirtió el gol que Boca necesitaba. Tras el gol, les pidió silencio con un gesto a esos hinchas que lo habían hostigado. Después, apuntó a sus propios simpatizantes. Y se besó el escudo. Fue su desahogo personal.
En otro terreno, Boca divulgó un comunicado sobre la situación del colombiano, que es objeto de una denuncia por abuso sexual, violencia de género y tentativa de homicidio. “Nos ponemos a disposición”, señala el club en su página oficial. En la mañana de este sábado, el caso siguió con una novedad de peso: la fiscal de la causa, Vanesa González, ordenó que el jugador del club xeneize no pueda salir del país y le impuso una prohibición de acercamiento hacia la denunciante y su grupo familiar, según informó Télam.
La definición por penales
La joven deberá ratificar la acusación este lunes tras el escrito presentado el viernes, en el que relató que el hecho ocurrió el 26 de junio del 2021 y como consecuencia del ataque debió ser asistida en el Hospital Penna de Buenos Aires, pero que no realizó la denuncia a pesar de la recomendación de los médicos que la atendieron porque en ese momento se encontraba en estado de shock, padecía “miedo” y estaba “paralizaba”.
El abogado Roberto Castillo, que representa a la joven, aseguró que la víctima -de quien se preserva su identidad- está “totalmente quebrada”, que tiene “mucho temor” tras denunciar “a una figura pública” y que la fiscalía que interviene en el caso tendrá que analizar si es necesario detener al jugador de Boca “por sus antecedentes y para resguardar que pueda ser sometido a proceso”.
“Boca Juniors le informa a los socios y socias del club, hinchas, medios de comunicación y al público en general, que el departamento de Inclusión e Igualdad de la institución ya está a disposición por el episodio que involucra al jugador Sebastián Villa”, comienza el texto del comunicado xeneize.
Y agrega: “Una vez más ratifica su total compromiso en situaciones de género e igualdad, tal como sostiene el primer Protocolo del club para actuación ante casos de Violencia en Razón de Género, Identidad de Género y/u Orientación Sexual, aprobado el 12 de agosto a través de la Asamblea de Comisión Directiva.
Según se supo, la mujer dijo que abusó sexualmente de ella e intentó matarla en su casa de un barrio privado de la zona de Canning; luego del hecho, le ofreció 5000 dólares para evitar que realizara la denuncia. “Sebastián había ingerido una gran cantidad de alcohol y empezó a hacerme una escena de celos porque yo habría tenido un encuentro con un compañero de la plantilla. En el transcurso de esta escena, comenzó a elevarme el tono de su voz y en consecuencia a ponerse más violento”, rememoró la joven.
Remarcó que al llegar al domicilio del jugador de 25 años, “se puso violento, me apretó con fuerza la mandíbula y la nuca y me pegó una cachetada”. “Él parecía estar disfrutando la situación”, declaró la víctima, que también expresó: “Sentía como jugaba con la intensidad de su fuerza, aplicando mayor intensidad en una de mis piernas”.
Dos años atrás, Villa también había sido acusado de violencia de género por Daniela Cortés, su expareja.
Al final, celebró con alegría el pase de Boca a la final de la Copa de la Liga, de cada a la gente.