El caso Sebastián Villa. Los motivos por los que la dirigencia de Boca lo respalda, los fuertes detalles de la denuncia y el silencio de la AFA
En el club arguyen que el delantero es inocente mientras la Justicia no demuestre lo opuesto; la CD tiene “tranquilidad” y el abogado de la denunciante no quiere acuerdo económico sino prisión
Amparados en el artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece que “toda persona acusada de un delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad”, nadie en el club imagina que el futbolista sea marginado de la titularidad, del plantel ni de la institución. De hecho, salvo un movimiento brusco de timón, este domingo Villa será titular en la final de la Copa de la Liga Profesional, frente a Tigre.
Mientras el presidente, Jorge Ameal, optó esta vez por el silencio (“si es culpable, hay que ayudarlo y curarlo”, había dicho tras la primera denuncia), apenas dos integrantes del club se expresaron públicamente. En ambos casos apoyaron al colombiano.
La primera fue Yamila Rodríguez, capitana y goleadora del equipo femenino de primera división y de la selección argentina, que el sábado, poco antes de la semifinal entre Boca y Racing, publicó en Instagram un imagen en la que se la ve de espalda con una camiseta de Villa. “Bancándote siempre mi pana @sebastian14villa”, escribió. Rodríguez recibió fuertes críticas en esa red social. En su aclaración dijo “los problemas personales que tenga el jugador me excluyen”.
El otro fue el propio Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo y máxima autoridad en el fútbol de Boca. “Desde que hemos tenido la suerte de llegar al club, hace dos años y medio, no tenemos más que palabras de agradecimiento porque lleva dos años y medio y nunca se ha tirado en la camilla, no lo han atendido nunca, no le ha dolido nada, no ha dejado de entrenarse un solo día. La verdad es que nosotros como profesional con ese chico nos tenemos que sacar el sombrero”, elogió, en declaraciones a ESPN. Y agregó: “Después, lo que pasa fuera de la cancha es otro tema, pero es una maravilla tener un jugador que durante dos años y medio no faltó a un solo entrenamiento”.
Sus palabras distan de la realidad. Ofendido y enojado porque el Consejo de Fútbol había rechazado una oferta por él de parte de Brügge, de Bélgica, el 29 de julio pasado Sebastián Villa tomó sus pertenencias, saludó a sus compañeros y se fue del predio de Ezeiza. Poco después, avisó por correo electrónico que se iba a Colombia.
La estrategia utilizada por quienes manejan su carrera provocó que el colombiano se viera obligado a regresar al club, para evitar un juicio por incumplimiento de contrato. Producto de eso, Villa estuvo 41 días sin entrenarse en Boca. Recién volvió a pisar el predio de Ezeiza el 8 de septiembre.
En este “nuevo caso Villa”, según averiguó LA NACION, el doctor Orlando Giménez, presidente del Departamento de Legales y miembro de la Comisión Directiva, transmitió tranquilidad a sus pares en relación con esta acusación.
Puertas adentro, en Boca están convencidos de que la nueva denuncia no tiene sustento y aseveran que el futbolista tiene pruebas para demostrarlo. Mientras tanto informaron: “El departamento de Inclusión e Igualdad de la institución ya está a disposición por el episodio que involucra al jugador Sebastián Villa y una vez más ratifica su total compromiso en situaciones de género e igualdad, tal como sostiene el primer Protocolo del club para actuación ante casos de Violencia en Razón de Género, Identidad de Género y/u Orientación Sexual, aprobado el 12 de agosto a través de la Asamblea de Comisión Directiva”.
El punto A del artículo 8º de ese protocolo afirma que “la persona denunciante recibirá durante todo el procedimiento sumarial acompañamiento integral a cargo de un equipo técnico interdisciplinario formado a tal efecto que integra el Departamento de Inclusión e Igualdad”. Según ese protocolo, lo único que debe hacer el club en primera instancia es brindar ayuda psicológica a las dos partes involucradas.
Más allá de esa postura institucional, la joven ratificó ante la Justicia, durante una declaración de más de cinco horas en los tribunales de Lomas de Zamora, todos sus dichos. Asegura que el 26 de junio de 2021 fue víctima de abuso sexual y amenazada de muerte por Villa. Según el escrito presentado la semana pasada, fue asistida en el Hospital Penna, de Buenos Aires, y explicó que no realizó la denuncia en el momento, a pesar de la recomendación de los médicos que la atendieron, porque estaba en shock, padecía “miedo” y estaba “paralizada”.
En declaraciones realizadas a varios medios, el doctor Roberto Castillo, abogado de la víctima, apareció contundente: “Se puede determinar una prisión preventiva para Villa. Acá hay expectativas de penas de 20 años; no hay negociación posible. Hubo tentativa de homicidio y abuso carnal, y operaron para no permitirle a la chica salir a hablar”.
Una fuente cercana a Ameal en la Comisión Directiva aseveró ante este diario: “El club tiene una postura muy marcada sobre la violencia de género. Cuando se conoció la primera denuncia contra Villa estuvimos a un paso de echarlo. Pero el contexto de pandemia y la ausencia de partidos permitieron evaluar mejor todo. Finalmente hubo un acuerdo con la persona que lo denunció, y por eso siguió en el club”.
Acerca de la posibilidad de que en este caso se concluya en otro acuerdo económico en el fuero civil, el abogado de la denunciante fue tajante: “Si llegase a haber arreglo estamos diciéndole a la sociedad que cualquiera que tenga plata pueda hacer lo que quiera. Acá Villa tiene que cumplir su condena. No hay otra”.
En la puerta de los tribunales, el doctor Castillo contó: “Rocío tuvo que contar todo desde cero. Dio algunos detalles que nosotros no habíamos podido volcar en la denuncia. Fueron muchas horas de rememorar y revivir todo lo que vivió, que para ella es una pesadilla que la fracturó psíquica y emocionalmente”. Durante ese testimonio también estuvo presente el abogado defensor de Villa, Martín Apolo, que también representa al jugador en una causa penal iniciada en 2020 en que se lo investiga por violencia de género contra su ex novia, Daniela Cortés, que pronto tendrá el juicio oral.
En relación con la denuncia, Castillo explicó: “Nosotros relatamos los hechos que la víctima refiere. La fiscalía tiene que encuadrar la calificación. Acreditamos el abuso sexual mediante las lesiones y, por el amedrentamiento, ella temió por su vida. Se quedó sin aire, fue asfixiada. Ella sintió que se quedó sin aire y que no tenía fuerzas ni para llorar”. También denunciaron hostigamiento para que este hecho no trascendiera.
Los hechos
Según fuentes judiciales, la víctima contó que la noche del 26 de junio del 2021 Villa “había tomado mucho alcohol, más de una botella de whisky” y que durante un asado le reprochó “haber mirado” a sus compañeros futbolistas, que también formaron parte del encuentro y cuyos nombres no fueron revelados. Tras mantener una fuerte discusión, ambos se retiraron del lugar y se dirigieron a la casa del colombiano junto a su empleado de seguridad apodado “Vikingo” y un amigo, Félix Benítez. “En ese momento comenzó la peor situación de mi vida”, señala la víctima en su denuncia, en la que relata que, tras ser maltratada y golpeada por Villa, ella quiso irse y, ante esa situación, el delantero de Boca abusó sexualmente. Tras ello, la joven llamó a una amiga y se trasladó a su casa de Buenos Aires, donde se bañó, puso su ropa para lavado y se seccionó “el pelo bien corto producto del shock”. La joven contó que tiene grabadas las conversaciones en las que el colombiano, mediante su amigo Benítez, le ofrece 5000 dólares para que olvide “todo lo que pasó”. Ésta es la segunda denuncia que recibe el futbolista, ya que está a la espera del juicio.
A la vez, el letrado desligó a Boca del asunto: “El club sería un damnificado patrimonial. No le puedo hacer ningún reproche por poner a Villa a jugar. Aún no se quebró su principio de inocencia”, aunque dejó en claro que “desde el club no se contactaron con Rocío”, y lamentó que la AFA se hubiera mantenido al margen. “No se comunicaron con nosotros. Creo que podrían tener un gesto con las familias de las víctimas. Habría sido empático de su parte”.
Sobre el estado emocional de la joven, Castillo expresó: “Está mal, muerta de miedo. Estuvo alejada de los medios de comunicación, en cuanto a consumirlos. Este proceso está recién empezando y ella sabe que va a ser duro”.
Según la agencia Télam, la fiscal Pérez tiene previsto citar a declarar desde este miércoles a los cinco testigos que la víctima menciona en su denuncia. Si bien no trascendieron los nombres, es probable que se presente la amiga de la víctima que fue a buscarla a la casa de Villa tras el presunto abuso, como también “Vikingo”, el encargado de seguridad del futbolista, y Benítez, quien habría llamado en varias ocasiones a la denunciante para disuadirla de la denuncia. Recién después citarían al delantero.
El pasado viernes, tras la presentación en sede judicial, la fiscal impuso a Villa dos prohibiciones: acercamiento a la víctima y su grupo familiar, y salir del país, medida que ya estaba vigente por la causa penal de 2020.
Por esta última el colombiano afrontará en breve el juicio oral. En el caso del episodio que involucra a Daniela Cortés, la acusación es de lesiones leves agravadas por el vínculo y por violencia de género en concurso real con amenazas coactivas el lunes 27 de abril de 2020 en la casa que compartían en un barrio privado de la localidad bonaerense de Canning.