El alirón de Ancelotti
El técnico del Real Madrid, de habitual perfil serio, se soltó la melena en la celebración del título: emoción en el estadio, bailes en el autobús, cánticos en Cibeles...
Ya en el estadio, durante la celebración con su cuerpo técnico, se vio a un Ancelotti emocionado, al borde de las lágrimas, como luego confirmó ante los medios de comunicación: "Es especial ser entrenador del Real Madrid, todavía no me lo creo. Hoy hay que celebrar, no hablar. Yo quiero celebrar. Me emociono, es por genético, lo hacían mi abuelo y mi padre. Significa que estoy muy feliz".
Y lo estaba Ancelotti, que incluso interrumpió la entrevista que estaba realizando en la TV que retransmitió el partido para besar a su pareja, que apareció en ese momento allí y a la que no había podido ver desde la finalización del encuentro. Antes, los jugadores le habían manteado, un momento en el que Carletto no se sintió nada incómodo; todo lo contrario: "Le decía a Marcelo que otra vez, que otra vez. Me gustaba mucho estar por los aires".
Eso fue en el césped del Bernabéu, donde Ancelotti se abrazó con todos y cada uno de los miembros que integran el Real Madrid; no solo con los futbolistas, también con su cuerpo técnico, los utilleros, el cuerpo médico, los integrantes del departamento de comunicación... Luego en el autobús, de camino a Cibeles, Ancelotti mostró su lado más desatado.
Los bailes de Ancelotti
Se junto en el vehículo descapotable con el grupo integrado por Vinicius, Militao, Rodrygo y Alaba y se vieron en Real Madrid TV imágenes de él bailando junto a los cuatro, entre risas; luego le 'robó' las gafas de sol a uno de ellos para posar con ellas en una foto, puro en boca incluido, junto a los cuatro del grupo, entre risas. Y se permitió hasta gastar alguna broma a sus jugadores, como a Benzema, que aprovechó cada ocasión para abrazarse con el italiano, un entrenador que siempre mostró su predilección por el francés, en su primera etapa y en esta segunda.
Ya en Cibeles, Ancelotti tomó el micrófono, algo que se esperaba; en 2014, tras ganar la Décima, lo hizo para cantar el nuevo himno madridista, producido por el músico RedOne. Y en esta oportunidad, lo hizo para entonar algunos de los cánticos que suelen sonar en el Bernabéu, y para rematar con una arenga pensando en el miércoles, en la Champions: "¡Gracias! ¡Hala Madrid, a por el miércoles!".