Cómo están los jugadores que el Consejo de Boca dejó libres
Algunas salidas hicieron ruido y generaron polémica hasta con los propios hinchas. ¿Cómo les fue a aquéllos dejados en libertad por Riquelme & Cía? Quiénes los contrataron y qué rendimiento tuvieron lejos del club.
A ver: Tevez se retiró del fútbol en aquella conferencia famosa de la que se fue abrazado con Román. Se sabe que los separan el ego y la política (nacional y del club), y alguno especuló con que Carlitos se fuera a disfrutar de una jubilación de privilegio en Estados Unidos u otro lugar sin presiones. La realidad es que el Apache está disfrutando, pero ya sin jugar. ¿Hubiera podido seguir en Boca con otras condiciones? Seguro, pero no estaba tan equivocado él cuando decidió poner punto final.
Wanchope tuvo un paso olvidable por la MLS, un año en el que deambuló por Minnesota y DC United casi sin minutos y sumó unos pocos goles irrelevantes. Padeció lesiones, como las padecía en Boca y volvió a padecerlas en Colón, adonde fue vendido sin éxito (para los santafesinos). Jugó poco y mal, erró penales y goles imposibles y marcó apenas tres en 17 partidos. Buffarini, considerado por los hinchas el dueño del lateral derecho de Boca, se fue a España... pero a la Segunda. No anduvo en el Huesca, que lo cedió al Cartagena. Su nombre empezó a sonar en el mercado argentino, donde lo buscan un San Lorenzo comprometido por el promedio y Talleres. Mas -peleaba con Fabra el lateral izquierdo según quién fuera el técnico- pasó un ratito por Disney (17 PJ en el Orlando City), hizo un poco de shopping y ahora juega en el Estudiantes de Zielinski. Jara se fue a Vélez, donde no es titular y sumó minutos en apenas cinco partidos de la liga local (nada en Libertadores). Zárate se fue al tercer equipo en importancia de Minas Gerais y ahora vuelve pero al Calamar, a pelear la parte baja de la tabla. A Soldano nunca se lo compró y luego paseó su ineficacia goleadora por el Fuenlabrada (Segunda de España), Olympiakos de Grecia y Gimnasia. A Bebelo Reynoso se lo vendió a la MLS casi a la apuradas y hoy está en el Minnesota, donde no brilla especialmente, y en el medio sufrió un proceso judicial que lo llevó a prisión.
Seguramente podrían considerarse errores la salida prematura de Alexis Mac Allister, afianzado en Inglaterra y peleando un lugar en la lista mundialista, y una mala resolución en el caso Nahuel Molina, lateral derecho titular para Scaloni, que se fue libre porque no se pudo renovar su contrato y tal vez faltó visión para hacer un esfuerzo mayor. Y definitivamente fue un error lo ocurrido con Pol Fernández, recontratado luego de una prematura y nociva rescisión de su contrato cuando llegó a préstamo originalmente.
Pese a todo, el mayor problema estuvo en las formas y no tanto en el fondo. Casi ninguno de los que se fueron triunfó más allá del club. De la Boca para afuera. De la Boca para abajo...