'Camaleón' Camavinga
El mediocentro francés se adapta, con 19 años, a lo que le eche Ancelotti. El Madrid selló la Liga con él de central, otra prueba más. Ya jugó de 'tres' en la Champions...
Cada vez que a Carletto le preguntan por el futuro del jovencísimo Eduardo, alude a la energía que desprende su pupilo y sobre todo que “también es presente”. El transalpino conoce al dedillo el oficio de centrocampista pero quiere ver más de Camavinga. Hasta dónde puede llevar su talento natural para este deporte. Por eso le probó, aunque fuera a la desesperada, como lateral izquierdo en la famosa derrota contra el Sheriff y durante la campaña ha querido verlo varias veces haciendo de Casemiro aunque ahí, el brío desembocó en una sobredosis de amarillas (ha visto 8 en 23 partidos de Liga). Sangre impetuosa que sólo hay que atemperar. En Francia hay quien incluso apunta a más posibles posiciones por probarle. El comodín está aún por definir...
Protector con los suyos
Camavinga cuida de los suyos. De sus padres Celestino y Sofía cuando el domicilio familiar sufrió un aparatoso incendio y ahora también de su hermano Sebastiao, al que ha apoyado en su proyecto de estrenar una peluquería en Madrid. Sus tijeras la han estrenado ya Benzema, Rodrygo y Militao. También está orientando a su hermano pequeño, Celio, ‘fichado’ por Courtois para los prebenjamines del Dux Internacional. En la celebración del alirón, Eduardo persiguió por el césped a Celio hasta que le alcanzó con un cariñoso placaje. Puro Camavinga.