Bolivia cae 16 puestos en la clasificación mundial de libertad de prensa
El organismo mencionó que el Estado "controla" numerosos medios de comunicación y que aumentó "la vigilancia" sobre los medios críticos, especialmente en las redes sociales. A su vez, criticó que la concentración de la propiedad de los medios privados es "muy elevada", lo que, en su opinión, perjudica al pluralismo en el país.
Asimismo, recalcó que "el periodo de convulsiones y de inestabilidad política" iniciado en 2019 "ha estado marcado por numerosos ataques contra la prensa: intimidaciones, hostigamiento, agresiones físicas, robo de material, y censura en radio y televisión".
"Los periodistas, considerados como molestos, son objeto del ensañamiento judicial. Por otra parte, en virtud del Decreto Supremo 181 de 2009, los periodistas que ´mientan´, ´hagan política partidista´ u ´ofendan al gobierno´ pueden verse privados de los ingresos provenientes de la publicidad estatal. Junto a las detenciones arbitrarias y un alto nivel de impunidad, este clima favorece significativamente la autocensura en la totalidad del país", subrayaró.
También indicó que "varios asesinatos de periodistas" permanecen impunes, en especial referencia al caso de Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, que fueron encontrados sin vida en 2012.
A continuación, recordaron que la Iglesia Católica dispone de una "red de influencia" diversa que abarca todo el territorio nacional y aseguraron que las "presiones económicas contra la prensa", particularmente a través de la distribución de la publicidad institucional, tienen consecuencias "a veces desastrosas" y pueden llevar al cierre de medios.
"Desde 2020, los ataques físicos contra los medios se han intensificado, especialmente en las zonas rurales del país. Los periodistas pueden ser agredidos violentamente por los manifestantes y las fuerzas del orden. Muchas emisoras de radio y televisión se han visto obligadas a suspender su actividad y sus redacciones han sido saqueadas", finalizaron.
En los primeros cinco puestos de la lista se encuentran Noruega, Dinamarca, Suecia, Estonia y Finlandia, mientras que en el otro extremo están Birmania, Turkmenistán, Irán, Eritrea y Corea del Norte.
En términos generales, Reporteros Sin Fronteras advirtió en su informe sobre una doble polarización, amplificada por el caos informativo: la polarización mediática, que crea fracturas dentro de los países, y la polarización de los Estados, a escala internacional.
"La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, que evalúa las condiciones en las que se ejerce el periodismo en 180 países y territorios del mundo, pone de manifiesto, en su edición de 2022, los efectos desastrosos del caos informativo, creado por un espacio digital globalizado y sin regular, que favorece las informaciones falsas y la propaganda. En las sociedades democráticas, el desarrollo de medios de opinión al estilo de Fox News y la generalización de los circuitos de la desinformación, impulsada por las redes sociales, están provocando un aumento de las fracturas sociales", recalcó.
"En el plano internacional, la asimetría que existe entre, por una parte, sociedades abiertas y, por otra, regímenes despóticos que controlan a sus medios y sus plataformas, mientras libran guerras de propaganda, debilita a las democracias. En ambos niveles, esta doble polarización es un factor de intensificación de las tensiones".