Boca en la Copa de la Liga: del riesgo de quedarse afuera de todo a un equipo B, inmerso y, a la vez, ajeno en la lucha por la clasificación
Los dirigidos por Sebastián Battaglia, de a poco, empiezan a mostrar otra versión, especialmente desde los resultados; de las obligaciones recientes pasó a un sábado en el que puede darse un respiro con suplentes; qué se juega cada uno
Es que no pasó demasiado desde que los hinchas miraban la tabla de la zona 2, que integra en la Copa de la Liga Profesional, y la realidad lo depositaba parcialmente en la cuarta posición, la última que estaba clasificando a los cuartos de final de un torneo en el que, por ejemplo, estuvo sin ganar en los primeros cinco (de seis) compromisos que disputó en la Bombonera. Incluso, la noche del 1-1 ante Godoy Cruz el equipo se fue reprobado. Aquel encuentro fue el quiebre: despegó desde los resultados, que terminan otorgándole un pequeño tramo en el que la cabeza no está tan alterada.
Asimismo, fue el partido que marcó la necesidad de reuniones importantes sobre la continuidad del entrenador. Con aquella igualdad, Boca llegaba a los 18 puntos, teniendo por encima a equipos como Tigre (19) y Aldosivi (20): sin desmerecer sus grandes campañas, el fanático boquense no soportó una situación semejante.
No obstante, esas turbulencias pasaron con un chasquido: ninguno de esos dos equipos pudo conseguir tres puntos en las últimas dos fechas, las cuales los de la Ribera aprovecharon para cosechar puntaje ideal por los triunfos a Central Córdoba (2-1), en Santiago del Estero, y a Barracas Central (2-0), la primera en Brandsen 805. Del cuarto puesto al segundo sin escalas, con la clasificación asegurada con una fecha de antelación, la certeza de que nadie le impedirá terminar la primera parte del torneo como escolta y, por ende, la asegurada localía en cuartos de final frente al club que termine tercero en la zona 1: el domingo se definirá si Newell’s (23 puntos), Defensa y Justicia (22), Argentinos (22), Gimnasia (21, se cruza con la Lepra) o Sarmiento (21) es su rival.
Los volantes siguen sin hacer goles, pero Boca encontró festejos en Eduardo Salvio y Darío Benedetto y buenas respuestas en Javier García, reemplazante del lesionado Agustín Rossi.
Todo este contexto favorable que vive en estos días le permite a Battaglia, por ejemplo, pasar de estar en una permanente obligación a ir a jugar a Victoria (desde las 16.30) con un equipo alternativo casi en su totalidad y que los nombres principales lleguen frescos físicamente al encuentro de cuartos de final: la probable formación tiene a Agustín Rossi y Benedetto como los únicos titulares (si se observa a los que juegan en la Copa Libertadores), aunque también estarían Marcos Rojo –debe una fecha copera de suspensión- y Sebastián Villa, que por el mismo motivo no puede reaparecer en el certamen subcontinental hasta los octavos de final. Si Boca pierde, esta vez y como hace mucho no sucede, será tan sólo una anécdota ya que también se acomodó en su grupo de la Libertadores al ganarle a Always Ready en la altura de La Paz (dejó el último puesto y ahí también es escolta).
Pese a todo lo descrito, este sábado será parte (puede ser esencial) de las definiciones, que se disputarán al mismo horario. Porque Tigre, su rival, debe ganar para sentenciar su acceso a la siguiente fase. Lo mismo para Aldosivi, aún más urgido ante Arsenal en Mar del Plata, pese a tener 20 puntos como el Matador, los dos que –por ahora- están dentro de los clasificados.
Es que, quizás, al conjunto de Diego Martínez tampoco le caiga mal una igualdad ante el Xeneize: está cómodo en la diferencia de goles (17 en favor y 10 en contra) y eso puede beneficiarlo ante el peligro de que Huracán -el único que puede complicarlos por sus 18 unidades- cumpla con éxito la necesidad de obtener los tres puntos ante Independiente, en Avellaneda: si no consigue el objetivo, nada impedirá a Tigre y Aldosivi de estar entre los ocho mejores.
Las presiones existirán si las noticias, en medio de los encuentros, dicen que los de Parque Patricios están festejando ante el Rojo: el panorama exigirá un triunfo del equipo de Martín Palermo porque la diferencia de goles con respecto a Huracán es de apenas uno. Tan ajustado es todo que, por ejemplo, puede ocurrir que el elenco dirigido por Frank Darío Kudelka clasifique, incluso, desde el tercer lugar o que Tigre quede eliminado por la eventual derrota ante Boca.
El día lo cerrará Estudiantes (a las 19), el indiscutido e inamovible líder de la zona 2, visitando a un Rosario Central que buscará ganar para intentar no terminar el campeonato en el último puesto. Una tarde de sábado con miradas en lo que haga uno mismo, pero también de reojo para saber si el resto cumple sus respectivas necesidades. Algo en lo que Boca puede influir, pero que –de repente- no le interesa en días de relajación.