Boca: altas, bajas y negociaciones de un equipo al que el título, y el funcionamiento, le alteró el mercado de pases
La obtención de la Copa de la Liga y la evidente mejora en el funcionamiento le permite al DT sólo enfocarse en sumar refuerzos de jerarquía rumbo a un segundo semestre intenso
En lo referido a incorporaciones, en la última charla que el técnico Sebastián Battaglia tuvo con Juan Román Riquelme antes de que el vicepresidente segundo viaje a Europa (dirá presente en la Finalissima entre la Argentina e Italia, pero también tendrá charlas cara a cara con algunos futbolistas), el DT le manifestó que su principal interés está puesto en sostener lo máximo posible la estructura del plantel.
Los éxitos suelen a veces alterar los planes. Y en este caso algo de eso hay. Según pudo averiguar LA NACIÓN, el muy buen cierre de temporada que tuvo el equipo, coronado con la obtención de la Copa de la Liga y la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, contribuyó a que nombres que hasta no hace mucho ocupaban un lugar en el banco de suplentes se adueñaran de posiciones volátiles.
El caso más evidente es el de Alan Varela, quien después de varios llamados de atención parece haber sentado cabeza en lo que se refiere a su profesionalismo, y cuya consolidación en primera le resolvió a Battaglia un puesto clave y que conoce muchísimo: el de mediocampista central.
Al mismo tiempo, en esa posición crucial de cualquier equipo puede haber novedades. Tanto Esteban Rolón como Jorman Campuzano perdieron demasiado terreno y no sería descabellado que emigren. En el caso del colombiano también le juega en contra que su salida libera cupo de extranjero. En el caso de que alguno de ellos deje el club, es muy posible que Ezequiel Fernández regrese a fines de junio de su préstamo en Tigre.
Los que podrían llegar
Hay dos posiciones que Boca intentará reforzar. La primera es en el mediocampo. Descartado Agustín Almendra (producto de la irreversible decisión del DT de separarlo del plantel profesional tras su grave falta de respeto hacia él), el club aguarda la desvinculación de Domingo Blanco de Independiente para luego negociar con el jugador. Sólo iniciará esa gestión cuando el futbolista tenga el pase en su poder, algo que sucederá a fin de junio.
Además, posiblemente llegue otro extremo por derecha. En la actualidad, solo Zeballos y Salvio son alternativas a Villa, cuyo futuro en el equipo y en el club está supeditado al avance judicial de las dos causas que tiene en su contra por estar acusado de violencia de género y violación.
Blanco también sería útil para ese puesto. Aunque el favorito de Riquelme quedó en evidencia en enero. El peruano Christian Cueva no llegó entonces porque su costo y su salario eran imposibles para el presupuesto xeneize. Y si bien el contexto cambió (sólo le queda un año de contrato en el fútbol árabe), todo dependerá de su selección.
Ocurre que, si Perú logra el próximo 13 de junio clasificarse al Mundial de Qatar, el delantero seguramente optará por jugar en una liga europea y llegar con el mejor rodaje posible a la Copa. Si eso no ocurre, no sería descabellado su arribo a un club donde ya juegan otros dos compatriotas: Advíncula y Zambrano.
El otro nombre que sobrevuelan el cielo azul y oro es el de Lucas Zelarayán (exBelgrano, hoy en el Columbus Crew de la MLS). Ángel Romero, que estuvo a un paso de firmar en enero, dio a entender que dejará Cruz Azul a mitad de año y eso activó los rumores de reunirse con su hermano Oscar en Boca. Pero, de darse esa situación, su futuro estaría otra vez en Corinthians, de donde al mismo tiempo puede emigrar William.
Más allá de todo está el recurrente tema Edinson Cavani. Como en tantas otras ocasiones, la respuesta de Boca ante este asunto es la misma: “Si él quiere, las puertas están abiertas”. Más claro: que el uruguayo cumpla su sueño de ponerse la camiseta azul y oro solo depende de él, y es tan imposible como hace tres años lo fue el arribo del italiano Daniele De Rossi. Cosas que sólo el Mundo Boca permite.
Los que vuelven
Dos futbolistas de Boca regresarán de sus préstamos. A pesar de las versiones que así lo aseguraban, Bragantino no comprará a Jan Hurtado. Es por eso que el delantero venezolano deberá decir presente en el predio de Ezeiza el 1º de julio. Lo mismo aplica para Gonzalo Maroni, de discreto paso por Atlas, de México.
Lo de Hurtado es un tema que complica, debido a que su presencia cubre el cupo de extranjeros en el plantel. En el caso del volante cordobés, para que sea cedido otra vez a préstamo primero deberán renovarle el contrato, que vence en junio de 2023.
Los que se irían
Dos nombres se destacan en lo referido a ventas. Y en ambos casos ocupan una misma zona dentro del campo de juego. El más resonante está vinculado a Luis Vázquez. Cada vez que le ofrecen la posibilidad, el goleador demuestra todas sus cualidades frente al arco. Pero, a la vez, la presencia de Darío Benedetto le impide consolidarse y tener continuidad. Por esa razón es que hubo sondeos informales desde clubes europeos (Milan, Ajax, Valencia y Dorussia Dortmund, entre otros) consultando por su situación, aunque ninguna concreta. Algo a su favor: tiene pasaporte comunitario y no ocupa cupo en el viejo continente.
A pesar de los rumores de las últimas horas, LA NACIÓN pudo confirmar que no hay ningún interés de Fiorentina por adquirir su ficha. No porque no lo consideren capacitado para el fútbol europeo, sino porque el conjunto de Firenze no está buscando jugadores para ese puesto ni con ese perfil. Que el director deportivo de la entidad italiana sea Nicolás Burdisso (el mismo que se lo compró a Patronato a mediados de 2019, cuando ocupaba ese mismo rol en la entidad xeneize), es una mera casualidad.
De todos modos, la respuesta ante una posible oferta por él (o por cualquier otro juvenil con proyección, como pueden ser Exequiel Zeballos, Valentín Barco, Cristian Medina, Aarón Molinas o Gastón Ávila) es la misma: sólo serán transferidos si las instituciones interesadas en sus servicios pagan la cláusula de rescisión. En el caso de Vázquez, ese monto asciende a US$ 15.000.000.
Al mismo tiempo, la evolución judicial del caso Sebastián Villa, a quien su exnovia lo acusa de violación e intento de homicidio y, a la par, aguarda fecha para el juicio oral en su contra por una denuncia por violencia de género, de parte de una pareja anterior, altera cualquier plan. Inicialmente, el club tenía pensado transferir al colombiano a Europa en este mercado, siempre el más fuerte en el viejo continente. Pero este contexto lo hace todo mucho más difícil.
Allí está Boca, haciendo equilibrio entre lo que desea (venderlo a un precio acorde a sus cualidades futbolísticas), lo que sucede (el jugador tiene contrato hasta junio de 2024 y sus problemas extrafutbolísticos repelen el interés europeo) y lo que podría decidir (sancionarlo o desvincularlo, de acuerdo a su propio Protocolo contra situaciones de violencia de género de cualquier empleado del club) si las causas siguen avanzando.
Los que deben renovar
Entre los que deben renegociar su vínculo con el club hay dos grupos: los que aún no firmaron pero se descuenta que seguirán, y los que el 30 de junio harán las valijas.
De estos últimos, el caso más conocido es el de Cristian Pavón. Por decisión propia, el delantero optó no ser tenido en cuenta durante el primer semestre de 2022 para quedarse con el pase en su poder y negociar como agente libre con cualquier club.
Esa salida afectará negativamente en los próximos balances xeneizes, debido a que no recibirá ningún ingreso por un delantero por el cual, según el expresidente Daniel Angelici, rechazó en 2018 una oferta de PSG por US$ 25.000.000.
En su valija, Pavón también se lleva una sanción de seis partidos que, en caso de incorporarse a cualquier otra institución de Sudamérica (todo indica que será Atlético Mineiro), deberá cumplir en partidos Conmebol.
Más allá de su salida, Pavón será eje de un conflicto económico entre Boca y Talleres. Ocurre que, ante esa oferta de 2018, Angelici le pagó al club cordobés, formador de Kichán, US$ 2.500.000 en concepto de “adelanto de una futura venta”, que jamás ocurrió. A partir del primer día hábil de julio, el club de la Ribera le reclamará a su par cordobés el reintegro de ese dinero.
Sí, en cambio, es llamativa la situación de Eros Mancuso, un lateral derecho categoría 1999 que tuvo poco rodaje, pero que el club pretendía retener. Desde el club aseguran que hicieron intentos por renovarle el contrato y que la gente que maneja su carrera jamás respondió esos mensajes. De no mediar novedades, el chico se irá con el pase en su poder a fin de junio.
Por el contrario, se descarta la renovación de Eduardo Salvio, cuyo contrato culmina el 30 de junio pero ambas partes quieren que el vínculo continúe. Y lo mismo aplica para dos personas que el club considera muy importantes para el grupo: Diego González y Javier García. En ambos casos la relación laboral termina a fin de año, pero negociarán ahora su continuidad.
Por último, hay un grupo reducido de jugadores que recibirán una mejora salarial, con el objetivo de que sigan enfocados en Boca y, en algunos casos, posterguen una posible salida al exterior.
Ellos son: Agustín Rossi (la prioridad de Riquelme es que el arquero extienda el vínculo, que por ahora culmina en junio de 2023, aunque la diferencia económica entre lo que el club ofrece y lo que el jugador pretende es grande), Carlos Izquierdoz (el capitán tiene contrato vigente hasta fin de año), Carlos Zambrano (también con vínculo hasta fines de 2022) y Marcos Rojo. Aunque en este último caso la mejora pasará por sus ingresos mensuales, ya que su contrato finaliza a fines de 2023, pero el monto que percibe se devaluó sobremanera en el último año.