Así es el superauto hecho con barro que despertó admiración y enojo
El original es un Bugatti Chiron, un superauto de 3 millones de euros. En Vietnam, un conocido youtuber decidió construir su propia versión casera con materiales locales. La copia es buena pero por qué causó polémica
Vu Duc Sang, fundador del canal de Youtube NHET TV oriundo de Vietnam, tardó un año en hacer su propio Bugatti Chiron, que ha salido a la luz hace poco, causando a la vez asombro y enojo. El Bugatti Chirón es uno de los autos deportivos más sofisticados, potentes y costosos del mundo, ya que comprar uno requiere tener nada menos que 3 millones de dólares. Entonces, hacer una copia casera, por bien hecha que esta sea, no cae bien, especialmente en los directivos de la marca.
Sin embargo, lo que causa sorpresa y simpatía de este particular auto “made in Vietnam”, es la técnica y los materiales con los que fue construido, ya que el elemento principal es arcilla natural o barro colorado, según como se lo quiera denominar.
Lo primero que hizo el equipo que colaboró con la construcción del Chiron de barro, fue dibujar en proporciones lo más detalladas posibles una estructura de caños que se montarían sobre una especie de chasis de caño cuadrado. Esa estructura tenía que tener la forma de la carrocería ya que la única manera de moldear el barro era adhiriéndolo a ese perfil.
Así, una vez que la matriz estuvo completa, se utilizó cinta adhesiva transparente para crear una superficie que vinculara cada caño, sobre la cual se colocó la arcilla. Y cuando esta se hubo secado, se empezó a modelar la forma final con lijas, sierras y herramientas finas de carpintería y alfarería. Una técnica que no es desconocida para la industria, porque es la que se utiliza para crear autos de concepto únicos que se presentan en los salones del automóvil.
Una vez terminada la forma de la carrocería en barro, se procedió a cubrir con fibra de vidrio tanto en la capa superior como en la cara inferior, y recién cuando este trabajo quedó terminado, se hizo el alisado nuevamente, de modo tal que quede la superficie lista para pintar. En esa etapa se hicieron los cortes para las partes que deben incorporarse externamente y las rejillas de ventilación o salidas de aire.
Se colocaron ópticas réplica en la parte delantera y se hizo un trabajo de arcilla y fibra para las traseras, a las que se le hicieron cortes para agregar tiras de LED desde el interior, que quedaron disimuladas al ser pintadas de rojo tal como en las luces originales. También se contruyeron los espejos exteriores con la misma técnica.
El parabrisas que consiguieron no fue exactamente el mismo del Chiron, por lo que allí hay un detalle que salta a la vista desde lejos, demostrando que es un Bugatti casero. El interior también fue construido en arcilla y fibra y luego tapizado con cuero sintético. La electrónica del auto no existe, solo comandos básicos para el funcionamiento de un auto de mecánica simple fueron introducidos con botones y teclas.
Mecánicamente, se resolvió la propulsión con un motor Toyota 1.8 de 4 cilindros con su correspondiente caja de velocidades, aunque, para tratar de mantener el espíritu del Bugatti, ese motor se ubicó en posición central trasera.
Todo el proceso se fue cargando en el canal de YouTube NHET TV, lo que hizo que se creara una “fiebre por el Bugatti de barro”. Al terminar la construcción, el total de visualizaciones de cada capítulo sumadas llegó a superar los 40 millones de visualizaciones.
Una vez terminado, Vu Duc Sang y sus amigos notaron que la superficie y la calidad de la pintura no habían quedado todo lo bien que esperaban, así que se propusieron una nueva meta y decidieron mejorarlo. Para eso lo desarmaron completamente otra vez, alisaron y pulieron la superficie y lo pintaron de color blanco perlado. Quedó mejor, más elegante y prolijo, aunque sigue siendo una copia de forma y nada más.
El auto no puede circular legalmente por las calles, porque no tiene ninguna defensa para casos de impactos, no tiene un sistema de frenos acorde sino unos discos con agujeros para sujetar las ruedas y unas pequeñas pinzas. Pero Vu Duc Sang se dio el gusto, construyó su propio Chirón y de paso ganó mucho dinero con su canal de YouTube.