Un Wanda Metropolitano entregado en busca del gol

El Atlético acumula tres partidos seguidos sin marcar por primera vez este curso. Ante el City en casa sí llegaron las ocasiones. Se espera gran entrada contra el Espanyol.

Sergio Picos
As
El Atlético ha perdido el gol. Desde el último parón internacional, y pese a la gran efectividad mostrada contra el Alavés (4-1), el equipo de Simeone acumula 270 minutos sin ver puerta y se marchó de Mánchester y Mallorca sin apenas generar peligro.

De vuelta al Wanda Metropolitano y espoleado por el enorme ambiente de la grada, el Atlético sí pudo asediar la meta de Ederson y generar múltiples ocasiones para buscar un tanto que hubiese conllevado la prórroga, pero faltó la contundencia a la que tanta referencia ha hecho Simeone y que ha definido una eliminatoria donde el City sí fue efectivo en su gran ocasión de la ida. Griezmann, De Paul, Cunha, Savic, Correa… no pudieron concretar ese tesoro en forma de gol.

Con el enorme talento ofensivo que concentra el equipo rojiblanco, nunca esta temporada había llegado a sumar tanto tiempo seguido sin gol. En septiembre sí se enlazaron dos empates a cero consecutivos ante Athletic y Oporto, pero se enmendó pocos días después con el 1-2 en Getafe. En toda la campaña pasada nunca se concretaron tres partidos seguidos sin marcar y hay que retroceder a diciembre de 2019 para recordar la última vez que había ocurrido (Juventus, Barcelona y Villarreal).

Ahora, el Atlético se refugia en su estadio para recuperar el esplendor ofensivo. Esta temporada acumula 29 goles en 15 partidos de Liga ante su afición y recibe consecutivamente a Espanyol y Granada en tres días, dos duelos capitales en la lucha por los puestos Champions. Levante y Mallorca se llevaron la victoria de la casa del Atleti y el Granada ya sumó tres puntos en la ida, dejando patente las muchas dificultades del equipo contra los equipos de abajo. Este domingo contra el Espanyol celebra además el Día del Niño. Pese a la eliminación en la competición europea, la competitividad y orgullo mostrado por el equipo rojiblanco fue recompensada con aplausos y cánticos hasta diez minutos después del partido. Afición y equipo van de la mano y el domingo volverá a quedar patente. Volver a celebrar goles puede ser el agradecimiento que se merece el público del feudo colchonero.

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