Simeone: el 5-5-0 y otro plan cerrojo en la historia
El Atleti defendió en bloque bajo ante el City y generó el debate: ¿le funcionó pese al 0-1? El recuerdo de Karl Rappan y el Catenaccio.
Vicente Muglia
Las dos líneas de cinco del Atlético.
Un poco de historia
La alusión histórica de Pep no es novedad y refleja algo que sucedió a lo largo del tiempo en el mundo del fútbol: los distintos sistemas defensivos, casi inexpugnables algunos, que surgieron como oposición a propuestas más ofensivas. La frase del DT catalán bien pudo haberla dicho Sepp Herberger, el entrenador de Alemania en el Mundial 1938 cuando su equipo cayó 4-2 y quedó eliminada ante la humilde Suiza del austríaco Karl Rappan. Sí, el inventor del "verrou" (traducido como cerrojo), un sistema que incluía un defensor más a los tres ya existentes en aquella época en la que en Europa predominaba el sistema W-M, popularizado a partir de mediados de la década del 20 por Herbert Chapman en el fútbol inglés.
El cerrojo de Rappan en Suiza 1938.
El gran Alfredo Di Stéfano también pudo haber coincidido con la opinión de Guardiola cuando su Real Madrid, quíntuple campeón de la Copa de Campeones (hoy Champions), perdió la final de 1964 ante el mítico Inter de Helenio Herrera, el entrenador argentino que había perfeccionado aquel cerrojo de Rappan para darle vida al Catenaccio, sistema defensivo con líbero y stoppers que en esa década del 60 utilizaba previamente Nereo Rocco en su éxitoso Milan.
Simeone buscó defender en bloque bajo con un objetivo lógico: no ceder espacios. "La pelota te la dejo", pareció decirle el Atlético de Madrid al City. "Pero los espacios no". Claro que el 5-3-2 inicial duró poco al ver que los de Guardiola activaron enseguida el constante cambio de orientación, de banda a banda, donde esperaban sus dos extremos. La idea de Pep era insistir con la amplitud para intentar mover ese granítico bloque defensivo, estirarlo tanto como se pueda y que esa permanente basculación rival generara huecos.
El mapa de calor del Atleti vs. el City. Casi no pisó el área rival.
A los 17 minutos de juego, al notar las subidas de Cancelo sobre la banda derecha en cada acción, el Cholo fortaleció su táctica: Griezmann y Joao Félix, en teoría los dos puntas, recibieron la orden de retroceder por cada banda para evitar el posible 1v2 contra ambos carrileros colchoneros (Vrsaljko y Lodi). Así, vació el ataque, protegió a su línea de cinco con otra igual más adelante y en su afán de que le sobrara siempre un hombre en defensa, optó inteligentemente por dejar libre a John Stones. El central del City tuvo libertad para conducir en campo rival pero nunca pudo convertir ese dominio en situaciones de gol.
Guardiola: “En la prehistoria y hoy es difícil atacar a dos líneas de cinco”
Así, se jugó como quería Simeone. Es decir, que el City manejara la pelota como es habitual pero que no lograra profundizar. Dicho y hecho. El primer tiempo terminó con dos datos contundentes: 73% de posesión para los de Pep pero cero tiros al arco defendido por Jan Oblak. Negoción.
Esta manera de defender, tan compacta y replegada, no es nueva para el Cholo. En la Champions del 2021 había probado incluso con una línea de seis atrás, en la serie ante el Chelsea. En aquella eliminatoria, en la que por momentos ensayó un 1-6-3-1, no le alcanzó porque finalmente quedó afuera. Mirá:
El sistema defensivo de Simeone ante el Chelsea.
En el local había una sensación de frustración camino al vestuario. Pese a la amplitud que daban Mahrez y Sterling en cada banda, no se cumplía eso de "ser anchos para ser profundos" porque no había espacios por dentro. La muralla del Atleti no pasaba sobresaltos. Gundogan, De Bruyne y Bernardo Silva no lograban filtrarse en los intervalos internos. La circulación del City era lenta, espesa, con pases previsibles y seguros. No arriesgaba, quizá, para evitar el robo del Atleti y que saliera rápido de contra, tal como bien hizo en aquella semi del 2016 ante el Bayern de Pep. Aunque con Griezmann y Joao Félix más cerca de Oblak que de Ederson, las chances de dañar al local eran utópicas. Igualmente, la presión tras pérdida era la acción más destacada del conjunto de Manchester. Una buena...
El City le encontró la vuelta y venció 1-0 al Atlético
La partida de ajedrez monótona y aburrida del primer tiempo no se repitió en el complemento porque Simeone varió a un 5-4-1, liberando a Griezmann para convertirlo en una referencia de ataque como para no resignar totalmente la transición ofensiva. Así, el juego se abrió un poco. Y cuando el Atleti había generado algunas corridas a campo abierto hacia el arco de Ederson, Guardiola movió el banco. Entre los que ingresaron estaba Phil Foden. El joven maravilla, uno de los distintos en serio, tenía la llave para abrir el partido. En una acción, recibió de espaldas en tres cuartos, controló y giró en fracción de segundos, encaró y le pasó la pelota hacia adelante a De Bruyne por la única hendija que permitió el Atleti: las piernas abiertas de Reinildo. El belga recibió, apuntó al palo más lejano y ese remate cruzado y certero significó el 1-0 final. Sí, un caño, en un rapto de inspiración de Foden, alcanzó para derrumbar un muro. Adiós pizarra.
El gol del City:
¿Le sirvió a Simeone, aunque con otro sistema, emular a Rappan, Helenio Herrera y tantos otros históricos cultores de la defensa en bloque bajo? El resultado parcial parecería indicar que no. Pero la realidad es que el Atleti se fue del Etihad con vida. Los memes que se viralizaron en las redes con todos los jugadores del conjunto español metidos atrás o con el autobús delante del arco poco le importan al Cholo. Sabe que en el Wanda deberá guardar el cerrojo y buscar otro plan para sobrevivir en la Champions. Pero esa será otra "historia".