Racing rescató ante Banfield un empate que salva su invicto, entre los nervios propios y la desconfianza en el árbitro Delfino
En el Cilindro, la Academia y el Taladro empataron 1-1; pasó de todo: un gol en contra, los silbidos a Cardona, la roja a Chancalay...
Lo que era un partido tranquilo entre dos equipos que habían elegido cuidar a sus futbolistas habituales para apuntar los cañones a la Copa Sudamericana se volvió una tarde a puro nervio. Y mucho tuvo que ver el mal manejo del partido del árbitro Germán Delfino, que fue el que calentó las acciones.
Sobre el final pasó de todo. Nery Domínguez marcó el empate cuando ya se jugaba el tiempo de adición. Parecía que la Academia se llevaba puesto a Banfield al ritmo de sus ganas y de su gente. En una de las tantas discusiones de los futbolistas con el árbitro Delfino, Chancalay vio la roja. Con 10, siguió yendo a buscar el triunfo. En la última lo tuvo Banfield: el palo le dijo que no a un zurdazo de Agustín Urzi que ya había vencido a Gastón Gómez. Fue empate, quizá con mejor sabor para el local, aunque desde el banco de suplentes Fernando Gago no podía disimular la bronca con el arbitraje.
La igualdad le sirve para sostener el invicto en el plano local, aunque no fue una buena actuación de Racing. Con la clasificación y la localía para los cuartos de final ya aseguradas, Gago eligió darle descanso a los habituales titulares y armó un equipo alternativo. El juvenil Maico Quiroz tuvo su primer partido como titular, y otros nombres como Iván Pillud, Benjamín Garré, Lucas Orban o Juan Cáceres tuvieron minutos desde el inicio. Como había sucedido el miércoles pasado en Arequipa, Edwin Cardona jugó como titular. Otra vez el rendimiento del colombiano fue discreto, apenas con un buena ejecución de un tiro libre para destacar. Salió reemplazado entre murmullos y algunos silbidos. Cuando Gago le dio la mano, Cardona apenas levantó la suya y miró para el otro lado...
Si mientras el equipo de Gago hilvanaba triunfos y buenas actuaciones cada tres días la duda que latía debajo de los festejos era si sería capaz de mantener todo el semestre ese rendimiento, los tres partidos de esta semana hicieron crecer este interrogante. Racing no pudo ganar ante Newell’s el domingo pasado, cayó en Perú por la Sudamericana y ahora empató ante Banfield. En los tres juegos de esta semana no mostró el fútbol que se había vuelto habitual. No mostró esa presión asfixiante que hace jugar al equipo lejos de su arco ni tampoco los movimientos casi mecánicos de circulación de la pelota.
El aliciente para Gago es que en los tres partidos guardó jugadores. La mala es que el cambio de nombres se notó en el andar del equipo. Cardona no aprovechó su chance de ser titular dos partidos seguidos, para ganar rodaje y confianza. El colombiano estuvo errático y poco participativo. Uno de las particularidades de este equipo es cómo juega los tiros de esquina.
Casi nunca van al área, en general se sale en corto con alguna jugada preparada posterior. De una de esas que intentaron Cardona y Garré nació el gol de Banfield. Tras la devolución del colombiano, el zurdo mandó un centro demasiado flotado, fácil para el rechazo: el cabezazo de Alejandro Maciel dio inicio a un contraataque fulminante del Taladro. Eugenio Mena y Quiroz, en el intento por rechazar el remate de Cuadra, terminaron metiendo la pelota dentro del arco de Gómez.
El resumen del partido
En desventaja, Racing no se pinchó ni se llenó de fantasmas. Las demoras que generaba Banfield en reanudar el juego, sumado al mal manejo de Delfino, echaron nafta a un partido que ya había tomado temperatura. En el empuje cayó el empate de Domínguez, justo en un tiro de esquina que sí Chancalay decidió mandar directo al área. A partir de ahí pasó de todo, pero el resultado no se movió. Un 1 a 1 lleno de tensión.