¿Qué le pasa a Griezmann?
El francés atraviesa su peor crisis en el gol como jugador del Atlético. Más de cuatro meses seco. En Liga, desde noviembre. Y con la decisión de su continuidad ahí, en mes y medio.
Siempre, en todos sus años en el Atlético desde que llegara en el verano de 2014, Griezmann encaraba cada temporada con una ambición: mejorar sus números de la anterior. 25 goles en 53 partidos habían sido en su primera como rojiblanco (2014-15) y 32 en 54 en la segunda (2015-16). La tercera (2016-17) bajó, 26 en 53, pero en la cuarta (2017-18) volvió a subir, 29 en 49. La quinta fue la del sueldo de 23 millones, la de las colas en la puerta de Miguel Ángel Gil de futbolistas pidiendo subidas, de mails cruzados con el Barça en marzo, cuando el Atleti se jugaba el pase a cuartos de Champions en Turín (que perdió, devorado por Cristiano). La quinta fue la de los 21 goles en 48 partidos y que terminó con un vídeo de Griezmann despeinado despidiéndose del Atleti como con desgana. Otro vídeo ya estaba grabando. El de un tren y el Barça. Él subiéndose. Los brazos abiertos que hubiera encontrado un verano antes, el de 2018 (Messi...), sin embargo, el siguiente, 2019, estaban cruzados. El 'no' en el aire. Griezmann nunca llegó a ser Griezmann en el Barcelona.
Ahí de nuevo los números. 15 goles en 48 partidos en la 2019-20, 20 en 51 en la siguiente, la pasada (2020-21) el Atlético, su Atlético, proclamándose campeón de Liga. Hacía ya meses que Madrid y el Cholo se habían convertido en su Ítaca particular. Logró regresar en el último día del mercado de verano de la temporada 2021-22. Sin triunfar en el Barça. Tres jornadas disputó como culé en 2021-22. Cero goles, cero remates. En el Atleti vive en estos momentos sus peores momentos de cara al gol como rojiblanco.
El Griezmann del regreso al Atleti
Porque nunca, jamás, Griezmann con la rojiblanca en abril sumaba menos de diez goles y son 8 en 48 partidos ahora, unos números de hace justo diez años, cuando comenzaba a arrancar con la Real (8 en 38 tuvo en la 2011-12). Una cifra con asterisco, es verdad, porque nunca, jamás con la rojiblanca, Griezmann se había perdido dos partidos seguidos por lesión. La entrada de Carvajal en el derbi ante el Madrid el 12 de diciembre le provocó una lesión de la que se recuperó en menos de un mes, pero recayó y estuvo dos fuera. Y ha vuelto. Con todo su trabajo y sacrificio, con sus consejos a un João que, a su lado, comenzó a ser el João de los 120 millones. Ha vuelto pero no es Griezmann. O, al menos, el Griezmann de antes.
Su último gol en LaLiga fue el 28 de noviembre, en la primera vuelta, ante el Cádiz. El último a secas en aquel partido de regreso en enero en el que volvió a lesionarse (ante el Majadahonda). Con la confianza absoluta del Cholo, es su obra maestra del fútbol, el jugador que mejor ha interpretado sus órdenes y su pizarra, las cosas no le salen, los goles no le brotan. ¿Qué le ocurre a Griezmann? La grada, en general, le ha perdonado. Los pitos con los que se recibió su regreso (ante el Oporto, primer partido en el Metropolitano) se han acallado. Tipo estupendo, queridísimo, auténtico, de los que hacen vestuario, siempre dispuesto, siempre contento, siempre ahí, para todos sus compañeros. Su imagen ayer en el banquillo del Atlético-Granada recogía, sin embargo, a un hombre pensativo, meditabundo. Simeone le cambiaba en el 69' (por Cunha) y la cámara le encontraba en el banco, con el tirador de la cremallera de la sudadera en la boca, la mirada perdida, sobre una hierba en la que el Atlético era incapaz de hacerle un gol al Granada, equipo en descenso, otro. Sin él tampoco.
La decisión de su continuidad está ahí. Pero no será este verano de 2022 en el que haya novedades en la cesión del Barça al Atlético. El club rojiblanco no debe pagar aún. Sí en el próximo, el de 2023: 40 millones si juega 45' en el 50% de partidos en los que esté disponible. El Griezmann que regresó del Barça lo hizo con 30 años. Cumplió 31 el pasado 21 de marzo. Y entre la afición del Atlético crece un runrún: ¿se equivoca el Cholo con Grizi como se equivocó con el regreso de Costa, ya en declive cuando logró volver al Atleti? Hombre de rachas, siempre lo ha sido, el tiempo las ha acentuado. Los picos, los valles. Antes todo lo solucionaba un gol que arrancaba el tapón para que llegaran 14 seguidos. El Atleti se juega la vida (la Champions) en las cinco jornadas que quedan de Liga. Pero ese gol sigue sin llegar. Grizi está seco. Porque vuelve a ser Grizi pero no Griezmann.