¿Qué hacemos con David Silva?

Es la gran pregunta que se hacen en la Real. ¿Renovarle o dejarle ir? El canario aún no ha decidido. Cuando está bien su nivel es excelso, pero apenas ha jugado la mitad de los partidos desde que está en San Sebastián por culpa de diferentes problemas físicos

Roberto Ramajo
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¿Qué hacemos con David Silva? Esa es la pregunta que se hacen en la Real Sociedad de un tiempo a esta parte. ¿Renovarle a sus 36 años por una temporada más o dejarle marchar ya para que busque su retiro dorado y merecido? Es un gran dilema. Porque si es por la clase que atesora, su infinita calidad con el balón en los pies y la magia que desprende en cada acción, la respuesta está más que clara: renovación automática. Si es por el nivel mostrado en la victoria en el Martínez Valero contra el Elche, nadie tiene ninguna duda: renovación vitalicia. Pero las dudas asoman cuando se miran sus datos en San Sebastián en global, porque el mediapunta canario ha jugado apenas la mitad de los partidos que podía haber disputado en los dos últimos años por culpa de diversos problemas físicos. La veteranía es un grado, pero en su caso también le penaliza porque físicamente no está para jugar de manera continuada 90 minutos al nivel de exigencia física que demanda el fútbol actual. Y eso es lo que genera una disyuntiva crucial en el club donostiarra.


Porque el futuro de David Silva es el futuro de la Real. De la decisión que se tome con el canario dependen otras decisiones que se tomarán en la planificación de la plantilla de la próxima temporada. El canario aún no ha decidido qué hacer con su futuro. Lo dirá cuando termine la liga, en función de cómo se encuentre en este tramo final, porque de seguir, quiere hacerlo con plenas garantías de que puede seguir un jugador diferencial, y no andar arrastrándose por los terrenos de juego. La Real le va a dar total para que decida lo que considere que es el mejor. Y después le dirá si cuenta con él o no. De momento, está en proceso de evaluación. Pero hay voces en el club realista que abogan de forma clara por renovar su contrato por un año más y seguir contando con sus servicios. "Esperemos que el año que viene podamos seguir contando con él", señaló Imanol tras el partido en Elche. El oriotarra es uno de los defensores de su continuidad. Está encantado con su aportación, tanto dentro como fuera del terreno de juego. A pesar de sus ausencias por lesiones musculares, considera que es un lujo para él como técnico contar con un jugador de la calidad de David Silva. Si Imanol tiene la última palabra, el canario se queda.

Pero en la balanza de la decisión que se tome con Silva también se pondrá el hecho de que en los dos años que lleva en la Real apenas ha jugado 55 de los 93 partidos en los que podía haber participado. Pero la sensación que se tiene en Zubieta es que, con el paso de su tiempo en la Real, se ha aprendido a cuidarle para que equilibrar sus cargas de trabajo y evitar los famosos problemas musculares. Tanto es así que en este 2022, Silva casi no se ha perdido ningún partido por lesión, y está mostrando su mejor nivel desde que fichara por la Real. El ejemplo más claro está en su estadística contra el Elche. Fue el mejor del partido con diferencia, dando 2 asistencias de gol , completando 42 pases, con un 82% de acierto, generando tres grandes ocasiones de gol, y acertando tres 3 de los cuatro centros que intentó. A ese nivel, Silva es el mejor de la Real, la clave es que pueda sostener ese rendimiento en el tiempo. Entonces sí, en ese caso su futuro dejará de ser una incógnita para ser tener la certeza de que la Real le renovaría con los ojos cerrados y él tampoco tendría dudas.

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