Otra noche milagrosa y épica: es el Real Champions y también el Madrid League
Perdía por 3-0 contra Chelsea y quedaba eliminado; descontó a 10 minutos del final y en el suplementario otra vez surgió Benzema como héroe, para la clasificación a las semifinales
Copa Europa en la época dorada de Alfredo Di Stéfano, ahora Champions League. Da lo mismo. Es su territorio, el ámbito que le inflama el corazón cuando parece que está a punto de detenerse y colapsar. “Sufrí mucho” dijo Carlo Ancelotti, seguramente con la mandíbula exhausta de tanto mascar chicle por los nervios y la tensión.
Karim Benzema volvió a ser el héroe porque hizo el segundo gol, el del 2-3 que valió la clasificación para las semifinales, en las que Real Madrid espera al vencedor de la serie Atlético Madrid (0) vs. Manchester City (1), que se definirá este miércoles en el Wanda Metropolitano. Adorado el delantero francés por los hinchas por su clase y su categoría, también conmovió porque terminó defendiendo en una pierna, con una lesión que apenas le dejaba caminar. Con la pelota en los pies es un bailarín de ballet; con ese brazo derecho que siempre lleva vendado y la barba de leñador da el aspecto de guerrero incansable. Jerarquía y carácter, a la medida de Real Madrid.
En el Santiago Bernabéu, como frente a Paris Saint-Germain, nuevamente iba camino a una eliminación, ahora frente a Chelsea, que a poco más de 10 minutos del final se había puesto 3-0 arriba y neutralizaba la derrota por 3-1 en Stamford. En Chamartín se gritaba “Yes”.
¿Cómo podía Real Madrid dilapidar la victoria de una semana atrás en Londres? Como apunta una parte de la prensa española, es un club más diseñado para la recuperación heroica que para administrar cómodas ventajas. Cuando se siente con el agua al cuello, saca la cabeza, toma aire y da otra dentellada de tiburón hambriento de gloria.
Chelsea tenía todo: el control del juego, las situaciones de riesgo y la diferencia de tres goles que lo reivindicaban como un campeón no dispuesto a resignar la corona. A los 30 minutos del segundo tiempo, ganaba por 3-0, con goles de Mason Mount, Antonio Rudiger y Timo Werner. El conjunto de Thomas Tuchel era más rápido con la pelota al ras del piso y también se imponía en el juego aéreo con Rudiger, Thiago Silva y Kai Havertz.
Ancelotti hizo el último intento por activar a un equipo groggy: entró el joven Eduardo Camavinga para revitalizar el medio campo por Toni Kroos, que salió fastidiado, sin autocrítica para reconocer que la dinámica de Chelsea estaba pasándole por encima. Luego, la variante le dio la razón al entrenador italiano. El delantero brasileño Rodrygo reemplazó a Casemiro y una vieja gloria, Marcelo, con muy pocos minutos desde hace un par de temporadas, entró para aportar la dosis de mística que requieren las grandes noches.
Luka Modric no podía irse de la Champions League sin rastros de su clarividencia. Cortó Camavinga cerca de la mitad de la cancha, Marcelo le dio un pase al croata y del empeine derecho de éste salió una asistencia cruzada que conectó Rodrygo, entrando por detrás de todos. Real Madrid es una fábrica de situaciones asombrosas. Rodrygo, más tímido y apocado que su compatriota Vinícius, no termina de consolidarse entre los titulares. Tiene minutos y algunos momentos destacados. Los elige con precisión quirúrgica: sus tres goles en esta temporada son por la Champions. Desde que está en Real Madrid, suma más tantos en Europa (9 en 24 cotejos) que en la liga de España (tres en 67).
Lo más destacado de Real Madrid 2 vs. Chelsea 3
Con el 1-3, Real Madrid forzó el alargue en un partido que sufrió lo indecible. Chelsea lo había superado en todo: control del juego, llegadas, dinámica. El único guiño que recibía el conjunto español provino del VAR, que intervino para no convalidar un gol de Marcos Alonso, antes del tercer tanto. Con el criterio tan discutible que hay para sancionar mano, al carrilero de Chelsea le cobraron una cuando la pelota antes le había dado en el abdomen y luego le pegó levemente en el puño derecho. Una acción que sigue dividiendo a la biblioteca.
Real Madrid había llegado al final y salvado una vida. Fue todo lo que necesitó para agarrarse a la clasificación. Otro corte de Camavinga y la sociedad Vinícius-Benzema se encendió en pleno: centro del brasileño y gol del francés, de cabeza, el mismo recurso que utilizó en dos tantos del hat-trick que anotó en Stamford Bridge.
Benzema anotó siete de los últimos ocho goles de su equipo en la Champions. Uno más valioso que otro, tanto en el desquite inolvidable contra Paris Saint-Germain como en la serie contra Chelsea. Real Madrid salía del pozo y se abría paso a las semifinales, pero en lo que quedaba del partido seguiría padeciendo. Entre las atajadas de Thibaut Courtois –otra figura repetida– y la falta de puntería de los visitantes en el último toque, Chelsea fue víctima del embrujo de Real Madrid, que gana hasta cuando pierde, que hace fortuna cuando parece fundido. Por algo es el más ganador de la competencia (13 conquistas de la Orejona), el que más veces (9) eliminó a un campeón en ejercicio, el que se metió en 10 semifinales en los últimos 12 años. Es el Real Champions, o el Madrid League. Imposible explicar al uno sin el otro.