LIVERPOOL 3 (6)- BENFICA 3 (4) / El Liverpool, a semifinales con apuros
El equipo de Klopp empata 3-3 contra el correoso Benfica y sella el pase a la siguiente ronda de la Champions. Darwin Núñez y compañía no les pusieron las cosas fáciles.
Klopp prometió rotaciones en la previa por el desgaste de su equipo después del duelo del pasado domingo contra el Manchester City, y las hubo. Alexander-Arnold, Van Dijk, Robertson, Fabinho, Thiago, Salah y Mané se quedaron fuera del once inicial, en el que Joe Gomez, Konaté, Tsimikas, Milner, Keita, Jota y Firmino fueron sus sustitutos. El esquema habitual del Liverpool, sin embargo, se mantuvo intacto: 4-3-3.
Con esa disposición, el Liverpool salió a dominar el encuentro y monopolizó la posesión desde el comienzo. El centro del campo de Klopp armaba el juego con la permisividad del Benfica, que esperaba agazapado para revolver el partido al galope. Así llegó el primer susto en Anfield tras un disparo del delantero lisboeta, Everton -difícil encontrar mejor nombre para un rival de los reds-, pero su tiro de rosca se marchó fuera.
El equipo inglés no perdió la calma y siguió amasando la posesión hasta conseguir las primeras oportunidades a balón parado. Por ahí llegó el 1-0 del Liverpool en el minuto 22 cuando Konaté se impuso a todos por arriba en el área portuguesa. La brecha ya estaba abierta y entonces se desencadenó el intercambio de golpes: Darwin Núñez empató, aunque su gol fue anulado, y acto seguido, Luis Díaz se encontró con Vlachodimos, que evitó el segundo de los reds. El partido se había convertido en un ida y vuelta constante, momento que Gonzalo Ramos aprovechó para hacer el 1-1 para el Benfica.
La respuesta del Liverpool no se hizo esperar: Firmino se la dejó a Díaz, que estaba engatillando cuando Grimaldo le arrebató el gol. Keita también probó fortuna antes del descanso con un potente chut desde fuera, que se fue silbando el palo izquierdo de Vlachodimos. El Benfica se salvó del 2-1 en la primera mitad, pero en la segunda no corrió la misma suerte. Vertonghen despejó con desgana un balón que acabó en los pies de Firmino. El brasileño estaba jugando un partido discreto, a la altura de su temporada, pero consiguió restablecer la diferencia y se vino arriba.
Con el 2-1, Klopp dio rienda suelta a su equipo. Fabinho, Thiago y Salah entraron en escena, a falta de media hora para la conclusión, y el Liverpool se fue a por la goleada. Tsimkas colgó un gran balón, en otra acción a pelota parada, y Firmino lo empaló para hacer el tercero de los locales. El resultado global de la eliminatoria era de 6-2, el Benfica estaba derrotado, y ni por esas, Klopp guardó sus cartas. Mané entró al campo en el minuto 65 haciendo pareja con Salah. Dos delanteros que desde el final de la Copa África estaban en horas bajas. De ahí la obsesión del entrenador alemán por darles minutos como si tuvieran delante a un sparring.
La decisión parecía lógica, pero el Benfica no estaba dispuesto a ser un sparring. Por eso Yaremchuk y Darwin Núñez encontraron los espacios entre la zaga del Liverpool y el área de Alisson y el partido llegó al 3-3. Un resultado que sorprendió tanto a los reds, que vieron de cerca el cuarto gol de los lisboetas, pero apareció Alisson para evitar el desastre y dar el pase a semifinales a los ingleses, que sufrieron más de la cuenta.