Las sanciones por Ucrania acercan a los rusos a Putin
Los países occidentales han golpeado a Rusia con sanciones sin precedentes para penalizar a Putin por su campaña militar en Ucrania, que dejó miles de muertos, incluidos civiles, y obligó a desplazarse a más de 11 millones de personas.
Las potencias occidentales esperaban que las sanciones debilitarían el apoyo al Kremlin, pero los observadores afirman que están teniendo un efecto contrario.
Tras la conmoción y la incredulidad iniciales, muchos en la clase media, en gran medida prooccidental, como Guerman, se sienten tratados injustamente por Occidente y ahora apoyan a Putin.
Las últimas sanciones han afectado a los rusos de forma indiscriminada, privándoles de contratos con empresas extranjeras, de vacaciones en Europa, de tarjetas de crédito Visa y Mastercard o del acceso a medicamentos occidentales.
Cuando Putin envió las tropas a Ucrania, el 24 de febrero, Guerman estaba terminando un anuncio publicitario para una empresa ucraniana.
Al principio, conmovida, quiso hacer una donación al ejército ucraniano. Pero tras dos semanas de reflexión que pasó escuchando a "historiadores y expertos en geopolítica", se convirtió en partidaria de Putin.
"Una persona normal no puede aceptar la guerra. Me destroza, pero estamos hablando de la soberanía de Rusia", dijo Guerman a la AFP. "La suerte está echada: Putin no tuvo más remedio que entrar en Ucrania para protegernos de los anglosajones", asegura.
Como resultado de las sanciones, asegura haber perdido todos sus clientes extranjeros mientra en Rusia el trabajo ha disminuido mucho.
"Estamos bajo asedio", dice, asegurando que reconsideró sus valores. "Están la Coca Cola y los iPhones. Y luego hay valores existenciales", afirma.
"Demonización de los rusos"
Según una encuesta en marzo del instituto independiente Levada, el 83% de los encuestados aprueba la labor de Putin, frente al 65% de diciembre del año pasado.
Pero muchos sociólogos afirman que las encuestas no ofrecen una imagen objetiva durante un conflicto militar, ya que las críticas a las autoridades están prácticamente prohibidas.
Tras el inicio de la campaña militar en Ucrania, las autoridades rusas impusieron penas de prisión de hasta 15 años por difundir "noticias falsas" sobre el ejército ruso.
Natalia Tíjonova, investigadora jefe del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias de Rusia, apunta que muchos miembros de la clase media no entienden por qué tienen que compartir la responsabilidad de las acciones de Putin en Ucrania cuando nunca votaron por él.
"La demonización de los rusos como nación en Europa solo les empuja a reunirse en torno a su bandera", dijo Tíjonova a la AFP.
Más de 15.000 personas fueron detenidas en las protestas en Rusia tras el inicio del conflicto, pero esas manifestaciones desaparecieron rápidamente.
"Independientemente de su oposición a la operación en Ucrania, la clase media se ha movilizado en apoyo de Putin y en contra de Occidente", dice Tíjonova, señalando que alrededor del 60% de esas personas solían considerarse "cercanas a los europeos".
Según Alexander Nikonov, un moscovita de 37 años, la "histeria antirrusa" está haciendo estragos en el mundo, y cree que los rusos deberían cerrar filas.
"No es el momento de las disputas", dijo a la AFP. "Incluso mis colegas, que solían criticar abiertamente a las autoridades, se han vuelto menos ruidosos", dijo Nikonov en una librería del centro de Moscú, donde compró una colección de cuentos rusos.
El analista político, Georgy Bovt, cree que al destruir el sustento de los rusos prooccidentales, Occidente está fortaleciendo el régimen de Putin.
"La guerra económica que Occidente ha declarado a los rusos, independientemente de sus convicciones políticas, los ha movilizado más que toda la propaganda del Kremlin en los últimos años", dijo a la AFP.