La versatilidad del Manchester City, una amenaza múltiple

Guardiola demostró ante el Liverpool que maneja una plantilla llena de recursos variados y futbolistas con amplios repertorios como Cancelo, De Bruyne, Bernardo, Gündogan, Foden...

Xavi Heras
As
Al Manchester City le va la marcha. No se amilana y trata de imponer su juego se mida a quien se mida. El domingo fue el Liverpool, y Guardiola dio a probar a Klopp un poco de su propia medicina. Tranquilos a la hora de sacar el balón jugado y sin arrugarse en cuanto aparecía un hueco a la espalda de la defensa rival. Patapúm p’arriba, que diría Javier Clemente. Y a correr. Cancelo, De Bruyne y Bernardo buscaron el tridente ofensivo formado por Foden, Sterling y Jesus. Lo encontraron y generaron un buen puñado de problemas a un Liverpool que, a su vez, fue menos directo de lo que suele ser habitualmente.

Fabinho siguió a De Bruyne por el césped en todo momento. Le encimó para tratar de tapar un disparo a los cuatro minutos que terminó siendo gol después de rebotar, precisamente, en el centrocampista brasileño. El belga es la principal amenaza, el administrador del juego, del Manchester City. Klopp trató de ahogarle, pero solo ofreció más espacio para que Bernardo se moviese con tranquilidad. Siempre hubo, como suele ser habitual, un jugador con la camiseta celeste dispuesto a tomar responsabilidad. Hay equipos que dependen de una o dos estrellas, de sus individualidades. Otros equipos dependen de lo colectivo, de la unión de fuerzas de todos sus integrantes. El que dirige Pep Guardiola aúna estos dos tipos de equipos.

La polivalencia de De Bruyne, Bernardo Silva, Foden...

Salieron bien los planes, aunque el resultado deje a ambos equipos tal y como estaban antes del fin de semana. Un duelo atractivo emparedado entre la ida y la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Diego Simeone debió tomar buena nota antes de recibir a Pep Guardiola el miércoles en el Wanda Metropolitano. Aunque, sinceramente, prever un once o un plan determinado de juego del entrenador catalán parece tarea imposible. Cuenta con una plantilla llena de futbolistas tremendamente versátiles. Cancelo hace lo que quiere, y lo hace bien, que es lo que cuenta. De Bruyne, Bernardo, Gündogan y Foden bien pueden hacer de mediocentros, de mediapuntas, de falsos nueve o atacar por banda. Sterling y Grealish pueden arrancar en cualquier extremo, e incluso el delantero centro asiste y marca más goles cuando juega en otra posición que como número nueve.

Solo Mahrez parece estar encasillado en el rol de extremo derecho. Pero ni por esas. Con el argelino pasa lo que sucedía con Arjen Robben en su día. Zurdo cerrado que solo utiliza el pie derecho para mantener el equilibro. Si eres el central o el lateral, sabes que recortará hacia adentro y que armará el cañón en cuanto encuentre un hueco, por mínimo que sea. Lo sabes porque es lo que hace siempre. Lo sabes porque has visto todos los vídeos que te ha puesto el entrenador. Sabes qué hará, cómo lo hará e incluso cuándo lo hará. Lo que no sabes es cómo pararlo, cómo evitarlo. Es por ello que la versatilidad del Manchester City es una amenaza múltiple. Porque siempre hay alternativas.


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