La pesadilla de Boca que sigue sin solución

Lo reconoció Battaglia y lo demuestran los números. ¡Mirá!

Olé

Parece ser que para el Boca de Sebastián Battaglia cada pelota parada en su contra se vuelve en un verdadero problema y es una osadía escapar ileso de ese dolor de cabeza intermitente. Este martes lo volvió a sufrir por Copa Libertadores contra Deportivo Cali y perdió en su debut. "La pelota parada nos viene complicando no sólo ahora, hace rato", dijo el mismo DT en conferencia post derrota en Colombia, alegando que es un problema de hace un largo tiempo y se convirtió en un estigma que hace ocho meses que no puede sanar. Y así es: de los 25 goles que el Xeneize recibió en la era del León, poquito más de la mitad provinieron de pelotas paradas y envíos aéreos, una dificultad más que significativa...


La estadística no deja ninguna duda. De los mencionados 25 goles en contra, 13 de ellos vinieron por la cancha de arriba: seis de pelotas paradas y siete con pelota en movimiento. Demasiado.

¿La lista? Nicolás Bertolo de Platense; Gastón Ávila de Rosario Central (ahora en Boca); Diego Braghieri de Lanús; Tomás Badaloni de Godoy Cruz; Carlos Benavídez de Independiente; Lucas Beltrán de Colón; Luca Martínez Dupuy del Canalla; Gastón Togni del Rojo; Guido Di Vanni de Central Córdoba de Rosario y Matías Cóccaro, Sebastián Lomonaco y Cristian Colman de Arsenal, y el último fue este martes, Guillermo Burdisso de Deportivo Cali. 

“En el segundo tiempo no pasaba nada y se abrió por una pelota parada. La pelota parada pasó a ser una herramienta importante que define partidos, y a nosotros nos viene golpeando, no sólo hoy, sino que ya hemos tenido algunas complicaciones. Debemos seguir trabajando sobre eso”, aceptó el DT, apuntado tras el empate contra el Arse y la derrota con Cali, partido que Boca debía aprovechar para sumar puntos fuera de casa.

La marca en zona podría ser una de las soluciones viables, pero parece que a Battaglia no le gusta. Desde su asunción como DT, siempre eligió defender las pelotas quietas realizando un hombre a hombre y la mayoría de los goles rivales derivaron de desatenciones de los marcadores (como Jorman Campuzano en el gol de Beltrán), dificultades a la hora de defender las segundas jugadas (Braghieri en el 4-2 sobre Lanús, Bertolo en el 3-1 en Saavedra) o, simplemente, por mérito del rival (Cóccaro y su hombrazo contra Agustín Sandez).

En este último que metió Burdisso, hubo gran mérito del ejecutante por el perfecto y potente envío al área desde el sector derecho del ataque de Cali y también, el anticipo del defensor, todo un especialista en el área de enfrente. Pero, claro, cuando ya se vuelve una costumbre recibir goles de pelota parada, empieza a haber mucho de responsabilidad de quienes defienden...


Entradas populares