Ferrari, al frente: las razones del resurgimiento y la calma de Leclerc
Después de dos años oscuros, la Scuderia se reinventó y ofrece un motor y un paquete aerodinámico que provoca ilusión en los tifosi; la mesura del monegasco, líder del Mundial de Pilotos
El cauto optimismo que envolvió las pruebas en Montmeló y en Sakhir respecto a las prestaciones que enseñó el modelo F1-75 es ahora prácticamente un certificado del buen ojo de los vaticinios que se realizaron. El contundente triunfo en el circuito callejero de Albert Park, en Melbourne, una nueva muestra que alimenta la esperanza de los tifosi, deseosos de volver a festejar un título con uno de sus pilotos, un acto que se detuvo en 2007, con Kimi Raikkonen.
Cuarenta y cinco grandes premios transcurrieron entre Singapur 2019 y la apertura de 2022, en Bahréin. La brecha que marcó el éxito de Sebastian Vettel y el que firmó Leclerc también refleja un tiempo en que Ferrari se oscureció. La victoria del tetracampeón desató las sospechas de ilegalidad y la investigación de la FIA, aunque no se hizo pública, dejó entrever que en Maranello estaban al margen del reglamento. Dos años demandó corregir la irregularidad, porque los desarrollos que se realizaron tenían parámetros que estaban invalidados y en lugar de avanzar se retrocedía.
Todavía resuena el sexto puesto entre los Constructores de 2020, la tercer peor posición de la historia. Se apuntó directamente a la nueva era -el año pasado finalizó tercera, pero lejos de la batalla que compusieron Mercedes y Red Bull Racing- y la jugada asoma acertada. “No parecen mostrar debilidad”, opinó Michael Schmidt, periodista alemán con varias décadas en la F.1. El británico Mark Hughes, The Sunday Times y Autocourse, apuntó que el auto era tan rápido como las Flechas de Plata y los de Milton Keynes.
El motor que se denomina 66/67 posiblemente no sea el mejor de 2022, pero el equipo técnico que lidera Enrico Gualtieri ofrece un impulsor fiable y potente. “Nuestra ambición es poder competir, pelear en todas las carreras. De entrada, no me apuntaba a un segundo puesto. No decía que era un resultado satisfactorio, pero tenía la ambición de ganar”, dispuso Binotto, luego del 1-2 que marcaron Leclerc y Carlos Sainz Jr. en Bahréin. Como señala Toto Wolff, jefe de Mercedes, no existe una única solución, sino un paquete, y la aerodinámica de Ferrari también dio un salto. Los pontones son largos, curvados y con abertura -especie de branquias- para refrigeración del motor. Las horas extras ganadas en el túnel de viento por las flojas performances de 2020, en apariencia, están rindiendo.
La incorporación dos años atrás del sudafricano Rory Byrne, diseñador de la época dorada de Michael Schumacher, en la función de consultor, una opinión que suma a este resurgimiento. De bajo perfil, el rendimiento por sobre el resultado es el latiguillo que emplea Byrne: “Me gusta ganar, pero no es tan importante como ser competitivo. Ser poco competitivo es algo que simplemente no puedo manejar. Perder una carrera por algunas décimas de segundo no es tan malo, pero llegar segundo a una vuelta es terrible”.
En Melbourne, Leclerc, que firmó su cuarta victoria en la F.1, se sumó a la selecta nómina de 26 pilotos que lograron un Gran Chelem. Los verdaderos sueños y señores de una carrera, nombres que lograron la victoria, la pole, la vuelta rápida y liderar todas las vueltas de un GP. En la lista asoman campeones de la talla de Hamilton, Schumacher, Fangio, Senna, Prost, Vettel, Lauda, Alonso, Verstappen…
“Los dos últimos años fueron complicados para Ferrari, que siempre está bajo presión. El equipo reaccionó bien, se adaptó a las reglas. Solo estamos en la tercera carrera, es difícil pensar en el campeonato. Pero tenemos un auto fuerte y fiable, con el que estamos adelante. Si seguimos así, probablemente pueda decir que tenemos oportunidades reales de ganar el título”, señaló Leclerc, el monegasco que refuerza en la pista la ilusión que desprende Ferrari.