En tres fechas, el VAR se convirtió en el gran protagonista del fútbol: por qué ya nadie habla del juego
El error grosero (primero, de la tecnología, luego del juez) que derivó en el 1-1 de River ante Banfield es el primer gran desatino; la polémica, ahora, monopoliza el debate
El VAR es una buena noticia, no solo para la Argentina: para el fútbol mundial. Hay que esperar que la espuma baje: la lupa es excesivamente rigurosa, mucho más que cuando el árbitro era “un ser humano, que se puede equivocar”. Seguirá ocurriendo. Hay que minimizar el tiempo en la observación del monitor. Y desde Ezeiza debería haber un llamado urgente.
Hay más goles (más penales, más expulsados), lo que le abre al juego una nueva dosis de entusiasmo. Un ejemplo: la jornada de los clásicos, la séptima, dispuso de un promedio de gol de 1,86 por encuentro. La siguiente, casi la duplicó: 3,36. Hubo deslices: por qué en Vélez-Boca no se observó el (supuesto) penal a Sebastián Villa. Por qué no se observó (se aseguró que la pelota había salido…) la mano de Alan Varela, en la otra frontera. Y tantas otras historias, que seguirán existiendo.
Hasta que… ocurre un error grosero. Que no tiene que volver a pasar, porque se desvirtúa el juego. Y que involucra a River: cuando se señala con el dedo a un gigante, todo se potencia. El VAR es el protagonista del fútbol argentino. Ya lo era en el mundo: hoy, mucho más.
No fue penal. De ningún modo. Al menos, 12 horas más tarde, hay voces que lo confirman. El director nacional de Arbitraje, Federico Beligoy, admitió este lunes que cometieron “un error” en la sanción del penal para River ante Banfield, a instancias del VAR, lo que generó mucha polémica y permitió el empate del último campeón del fútbol argentino, que luego ganó el partido por 2 a 1. “Cometimos un error y nos hacemos cargo. Con VAR también nos vamos a equivocar. El de Banfield no fue penal”, dijo Beligoy en diálogo con TyC Sports, en referencia a la mano cobrada al lateral izquierdo Franco Quinteros.
“No le escapamos a la realidad. Por una cuestión de preservar a los árbitros y a la herramienta, en esta primera etapa no estamos mostrando todos los ‘VAR output’. Estamos trabajando en un plan de comunicación que haremos a futuro. Interpretamos que no fue penal y como se está hablando mucho, damos nuestra postura”, señaló con referencia a por qué no se escuchan los audios de las resoluciones de los jueces.
¿Qué ocurrió? Banfield superaba a River por 1 a 0 y a los cinco minutos del segundo tiempo, el VAR detectó una supuesta mano del defensor Franco Quinteros en su intento fallido de despejar la pelota con la cabeza. “El VAR identifica una situación errada y llama a (Pablo) Echavarría para que revise la situación y el árbitro no tomó la mejor decisión. Nos equivocamos, como cuando nos equivocábamos cuando no teníamos VAR. Hasta el partido con Banfield-River, hubo una fecha impecable, pero los errores con VAR, se multiplican por un millón”, dijo. La pelota rozó (casi imperceptiblemente) en el brazo del defensor. Más allá de la intención: que no la hubo, claro está.
En realidad, no fue un error del VAR. Fue una falla del juez, que ante el llamado (los jueces, posiblemente, se sienten presionados ante la citación de la tecnología) desde Ezeiza, aceptó la errónea invitación. El director nacional del Arbitraje explicó que la situación “no tiene identidad de penal” porque el defensor saltó “en posición natural”.
El resumen del polémico Banfield-River
El VAR, a cargo de Darío Herrera, convocó a Echavarría a revisar la jugada. El árbitro del partido, luego de unos minutos, convalidó el penal que Enzo Fernández transformó en gol para la remontada de River que se quedó con los tres puntos a través del tanto de Matías Suárez. El fútbol se inclina por la polémica. Tanto, que se pasó por alto la maravillosa jugada colectiva que derivó en el segundo. ¿Hubiera habido 2-1, si el penal no hubiera sido cobrado?
“Este error va a servir de ejemplo para lo que viene”, aclaró Beligoy. Marcelo Gallardo, el entrenador de River, aceptó que si el penal que le otorgaron a su equipo a instancias del VAR no era otorgado “también hubiese estado bien”. Y fue más allá: “El penal de (Franco) Quinteros fue muy polémico porque el reglamento no es claro, ya que está bien que se haya cobrado, tal como hubiese estado bien si no lo daban. Pero hace unos años y sin VAR, en esta misma cancha le cobraron un penal a Leonardo Ponzio por una jugada parecida. Por eso digo que es difícil medir la intención”, se justificó el técnico riverplatense.
El resumen del polémico Vélez-Boca
“No sé por qué no van a revisar. ¿para qué está el VAR?”, se preguntó Villa, luego del empate 1-1 con Lanús. ¿Un pelotazo que choca con una mano o un brazo, de un jugador que está de espaldas, dentro del área, también debe revisarse? En nuestro medio, los jugadores y los entrenadores ya se acostumbraron. “Andá a revisarla”, sugieren.
O hacen el gesto imaginario de un rectángulo, que representa una TV. Fue el primer gran desatino en el fútbol argentino. No será el último: el VAR se convirtió en el protagonista estelar, por sobre el juego. Por sobre todo.