En el año del Mundial, se avivan las internas en las barras bravas
El control de la tribuna y sus múltiples negocios, factores de poder que recrudecen los conflictos entre los violentos
Con siete meses por delante, el regreso del público a los estadios y los negocios periféricos -merchandising, puestos de comida, venta ambulante- que controlan los barras se constituye en un eje de poder. Y quien posee el dominio tiene fuerza, contactos y mayores posibilidades de ensayar el viaje a Qatar. Después de analizar la situación, Aprevide, la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte, aceptó que el partido de mañana entre Independiente y Tigre, en Avellaneda, se juegue con público. Las amenazas en las redes sociales encendieron las alarmas y el deseo de retorno de Pablo Bebote Álvarez generó la incertidumbre. Con la irrupción del histórico líder y fundador de Hinchadas Unidas Argentinas, la tribuna de los Rojos se parcela en tres: Los Dueños de Avellaneda, un grupo de Barracas, que tiene como referentes a Juan Ignacio Lenczicki, alias Juani, y responde a Camioneros, el sindicato que lidera el actual presidente del club Hugo Moyano; Somos Nosotros, que lleva al frente a César Loquillo Rodríguez, y Los Diablos Rojos, con Bebote Álvarez.
La irrupción de Bebote no se dio solo en un video en el que contó que le demandó cinco minutos tomar el control, ya que se apersonó en la Comisaría 1ª de Avellaneda y pidió una entrevista con el titular de la seccional -Raúl Couceiro- para informarle que desde ese momento era el referente de la barra. Estuvo acompañado por un viejo ladero, Adrián Tortuga García. “En otra época me costó cinco partidos recuperar la [popular] Norte, pero ahora cinco minutos”, ironizó y apuntó que se estrenará una bandera gigante. También Juani visitó la seccional, con Roberto Illieasca, alias Rober, para advertir de la compra de voluntades de Bebote para desencadenar un enfrentamiento. Por su parte, Loquillo desplegará a sus soldados y a su cotillón en la tribuna Sur, lo que provocará un conflicto con las autoridades que solo permiten el ingreso de bombos, repiques, redoblantes, trompetas en el sector Norte.
En septiembre de 2021 las facciones de Juani y Loquillo protagonizaron una batalla campal, con disparos de armas de fuego. El saldo del enfrentamiento, prácticamente en la sede de la calle Mitre, fue de 26 detenidos.
La 12: Di Zeo y Martín, en Cali
Los denominados líderes de La 12 tienen el ingreso prohibido en la Bombonera, pero estuvieron presentes en el estreno de Boca en la Copa Libertadores, en Cali. Rafael Di Zeo tomó nota de lo que resultó un fracaso en 2019, cuando los xeneizes jugaron con Deportes Tolima y no logró sortear el control de migraciones en Bogotá; esta vez entró por Panamá. Mauro Martín apareció en un listado de impedidos en el aeropuerto internacional de Tocumén, pero no tuvo problemas en retornar a Ezeiza y pagarse un nuevo ticket para ingresar por Bogotá. El despliegue de dos banderas icónicas, como Jugador N°12 y Leopardi, el club de la familia Martín, son muestras de presencia y poder.
La Ciudad de Buenos Aires avisó que en esa jurisdicción no corre más la prohibición para ingresar a los estadios, ya que venció en marzo, pero hay una medida de la Nación con vigencia hasta abril de 2023 y asoma como imposible de adelantar su caducidad. También la cúpula tiene un juicio pendiente por encubrimiento de un secuestrador -Mey Oetinger, sindicado como el número 3 en el escalafón de mando-, y Di Zeo, otro por instigar a cometer un presunto doble homicidio en una interna que terminó con dos muertos el 21 julio de 2012.
Enseñarse en la tribuna de Cali fue un desafío para las autoridades y también una muestra de unidad y convivencia -estuvieron varios hinchas caracterizados como Roberto Tyson Ibáñez y Sebastián Esqueletor Maciel- hacia adentro, más precisamente para Walter Tintín Coronel, que lidera la facción de Lomas de Zamora y vio cómo se frustró un ataque a los jefes el año pasado.
En River: drogas, detenidos, bengalas y derecho de admisión
Los incidentes en la previa del superclásico y la bengala marina que fue lanzada desde la tribuna Sívori, fueron los últimos actos que envuelven a la barra de River, denominada los Borrachos del Tablón. En Núñez desaparecieron los bombos y las banderas con leyendas alusivas y es la condición que se impuso para el regreso de quienes manejaban la popular al sector alto de la tribuna cabecera.
Pero los acontecimientos dentro y fuera del Monumental provocaron agitación: por un lado, la detención de tres micros que se dirigían a Salta para el juego con Laferrere, por la Copa Argentina, en el que se secuestraron armas de fuego, armas blancas, droga y se produjo la aprehensión de Guillermo Caverna Godoy, sindicado como el jefe de los Borrachos del Tablón. El hecho le dio alas a la facción disidente, la Banda del Oeste, cuyo cabecilla Hernán Taboada modificó la logística y viajó en auto junto a su círculo cercano, cuando el plan era marchar junto a los 250 hinchas en micros. El año pasado se intentó unificar las dos facciones, pero una invitación a dirimir el conflicto a los golpes en medio de la discusión dinamitó el posible acuerdo.
Con los antecedentes, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires aplicó el derecho de admisión a 319 barras de River. El impedimento de acceso y/o permanencia en los estadios por un plazo de entre seis meses y dos años. En la lista figura Sebastián Alberto Soha Tejeda, uno de los imputados por lanzar la bengala marina en el partido con Boca. En el superclásico, los Borrachos del Tablón sumaron 150 soldados en la tribuna Sívori y la Banda del Oeste, alrededor 100 en la tribuna Centenario.
Colón, acosado por Chucky
Cuatro policías, dos con disparos de arma de fuego, y un hincha de Peñarol, también con impacto de bala, los heridos en los incidentes que se produjeron entre La Negrada, la facción disidente de Colón, y los miembros del operativo de seguridad, en el marco del partido ante Peñarol por la Copa Libertadores. El Sabalero deberá jugar sin público frente a Independiente, el 16 de abril, sanción que aplicó el Ministerio de Seguridad de la provincia, a raíz de los sucesivos hechos de violencia que protagonizan quienes pretenden controlar el paraavalancha.
En diciembre de 2021, cuando se disputó el Trofeo de Campeones entre River y Colón, en Santiago del Estero, Brian Chucky Ríos fue detenido y devuelto junto a los ocupantes de tres micros para evitar disturbios en la tribuna santafecina que lidera Orlando Nano Leiva (Los de Siempre), a quien amenazó en un video. De 30 años, tiene un pedido de captura y además una condena en la Justicia federal cumplida por venta de drogas al menudeo, es el sospechoso de ser el cerebro del ataque a balazos a una filial de Colón el 17 de febrero pasado y de las pintadas en el estadio.
Con siete meses para la Copa del Mundo, la conflictividad en las tribunas entre aquellos que tienen deseos de estar en Qatar aumentará y el caos posiblemente envolverá a nuevos actores, cuyas internas todavía no se zanjaron.