El Perseverance se enfrenta a “un desafío” en Marte
Aterrizó en el planeta rojo hace casi 10 años, ha pasado el último mes escalando el frontón de Greenheugh en el monte Sharp, ubicado en el centro del cráter Gale.
Parecía la boca de un caimán. El frontón de Greenheugh es una amplia llanura inclinada que los vehículos de la NASA utilizan para alcanzar otros objetivos en transición. Pero el rover se detuvo en seco cuando divisó unas franjas continuas de rocas afiladas, de apariencia escamosa que se parecían a la boca de un animal.
Ocurrió el 18 de marzo pero se ha notificado hace unos días. El equipo de la misión vio un cambio de terreno inesperado y se dieron cuenta de que tendrían que dar la vuelta: el camino era como una alfombra pero con rocas afiladas por el viento, algo que no tenían documentado en la década que llevan el Planeta Rojo.
"Era obvio a partir de las fotos de Curiosity que esto no sería bueno para nuestras ruedas", dijo Megan Lin, directora de proyectos del Curiosity, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California, que dirige la misión. “Sería lento y no habríamos podido implementar las mejores prácticas de conducción móvil”.
Además, que el desgaste de las ruedas ha sido una preocupación durante años. “Las rocas con forma de caimán no son intransitables, simplemente no valdría la pena cruzarlas, considerando lo difícil que sería el camino y cuánto envejecerían las ruedas del rover”, afirman desde la NASA.
La misión sigue ahora explorando Mount Sharp, una montaña de 5,5 kilómetros de altura que Curiosity ha estado ascendiendo desde el año 2014. El Curiosity está estudiando las diferentes capas sedimentarias que fueron formadas por agua hace miles de millones de años. Estas capas ayudan a los científicos a comprender si la vida microscópica podría haber sobrevivido en el antiguo entorno marciano.