El doblete de Richarlison no fue suficiente para
la victoria visitante. Cornet puso el gol de la victoria local y deja a
su equipo a un punto del Everton.
Una remontada que se encargó de culminar Cornet, que
ya había sido decisivo en el primer tanto local, tras resolver a los 85
minutos con un preciso disparo una dejada del checo Matej Vydra.
Agónico triunfo que pocos hubieran podido prever tras la sobresaliente
puesta en escena del conjunto local, que a los doce minutos de juego ya
marchaba por delante el marcador (1-0), gracias a un tanto del irlandés
Nathan Collins que remató a las redes un saque de esquina botado por
Cornet.
Pero
cuando todo pintaba peor para el Everton un inoportuno penalti de
Ashley Westwood, que atropelló en el área a Anthony Gordon, permitió a
los "toffees" reengacharse a la contienda (1-1) con un gol de penalti de
Richarlison. Un tanto que pareció activar definitivamente al
internacional brasileño, que en su mejor partido en los últimos meses,
no sólo lideró la ofensiva del Everton, sino que fue el primer en la
agresiva presión que permitió a los de Lampard adueñarse del encuentro.
Trabajo que encontró su premio a los 41 minutos en un nuevo penalti,
señalado a instancias del VAR, que Richarlison no desaprovechó para
establecer el 1-2 con el que se llegó al descanso.
Un marcador que el Everton pudo ampliar en los compases iniciales de la segunda mitad por medio de Richarlison,
primero, y posteriormente de Jonjoe Kenny, que estrelló el balón en el
larguero a los 56 minutos. Pero quien marcó fue el Burnley que segundos
después de la acción de Kenny estableció el 2-2 por medio de Jay
Rodriguez, que culminó una furibunda galopada de Charlie Taylor. Un gol
que dio paso a unos vibrantes minutos en los que Richarlison pudo poner
de nuevo en ventaja al Everton, pero el remate del internacional
brasileño se topó con el portero local, que evitó el 2-3 con una
magnífica intervención.
Nada pudo hacer, sin embargo, el guardameta del Everton Jordan Pickford, que nada pudo hacer por evitar el gol final de Cornet,
que otorgó definitivamente el triunfo (3-2) a un Burnley que se aferró
al sueño de la salvación a costa de un Everton que no logra escapar de
la zona de peligro.