El Chelsea vuelve a lo grande
El equipo de Tuchel se olvidó de todos sus males ante el Southampton. Goleó por 6-0 con un gran Werner, que apunta al Bernabéu.
A tres días del partido de vuelta de Champions, Tuchel apostó por las rotaciones contra los Saints. Por eso Marcos Alonso, Kovacic, Loftus-Cheek y Werner salieron de partida en un esquema idéntico al encuentro de ida ante el equipo blanco: 1-3-5-2. Esta vez la disposición de lo blues tuvo más rédito en ataque, y a los siete minutos del comienzo del choque, Marcos Alonso reventó el balón blanco de la Premier para hacer el 1-0.
El gol resarció al lateral español, que había sido sustituido al descanso en la derrota ante el Brentford el sábado pasado y que no fue titular contra el Madrid. Tampoco lo fue Werner, que con el cuchillo entre los dientes, cazó un balón aparentemente inofensivo, y tras recorrer cuarenta metros, esquivó la embetida de Forster, el portero del Southampton, para hacer el 0-3 en el 20' de partido.
Cinco minutos antes, Mount había marcado el 0-2 tras acomodarse el esférico dentro del área grande y soltar un latigazo a la cepa del poste derecho de Forster, que evitó cuatro goles más en la primera mitad, pero que no fue capaz de evitar el 0-4 del Chelsea, obra de Havertz, tras otra estupenda jugada del reivindicativo Werner.
Así se llegó al segundo tiempo, en el que el conjunto de Tuchel buscó el set y el partido. Havertz se despidió en el minuto 46 con vistas al Bernabéu y Pulisic entró para refrescar al Chelsea, que rápidamente consiguió el 0-6 gracias a Werner y a Mount, autores de sendos dobletes. Pero al margen del buen papel del centrocampista inglés, ya habitual en el once blue, quien llamó la atención fue el delantero alemán.
Esta misma semana se conocía que Werner tiene un pie y medio fuera de Stamford Bridge, pero eso no impidió que el punta exhibiera su mejor fútbol en el sur de Inglaterra y apunte a la titularidad para intentar la remontada el martes frente el Real Madrid. Una cita a la que llegará repuesto Édouard Mendy, quien salvó con mucha habilidad la única ocasión de peligro del Southampton, abrumado por el despliegue ofensivo del Chelsea, que consolida el tercer puesto de la Premier League.