De Bruyne tiene la llave
De Bruyne fue titular el miércoles por la noche, cuando el City volvió a tomar el liderato de la Premier League. En gran parte, gracias a la contribución de su número 17. Cada balón que le llegaba terminaba cobrando sentido y relevancia. Algo iba a pasar. Imparable en carrera, se le echaron dos rivales encima cuando arrancó hacia la meta en la jugada del primer gol, y ni así. Relajó el ambiente, que se volvía frustrante. Calmó los ánimos a la vez que dio motivos para la celebración. No hay dudas sobre su condición física, y al final logró su asistencia con un primer toque delicioso para habilitar a Bernardo en el área en el tercer y último gol de la noche. Ante el Madrid, en Champions, será sin duda la mayor inquietud de los de Ancelotti.
Impredecible cuando la pelota llega a su posición. Al primer toque o calmando el ritmo, en corto o en largo, con precisión y con potencia. Se ganó la ovación del Etihad Stadium, en pie, cuando fue sustituido por Gabriel Jesus en los últimos minutos. Kevin De Bruyne se ha ganado a su afición en 300 partidos, pero también a rivales, periodistas y aficionados propios y ajenos. No en vano, él guarda la llave maestra que abre todo tipo de defensas. La custodia. Por eso el City lo necesita sobre el césped.