Con tensión en las tribunas y poca inspiración en la cancha, Independiente consiguió al menos un alivio por la Copa Sudamericana
La amenaza continua de una pelea de barrabravas y el bajo nivel del Rojo hicieron a una noche tensa, que terminó siendo una noche de copa: 2-0 al débil General Caballero y cierto respiro
Después de la injusta derrota por 2 a 1 frente a Ceará en Brasil y de los duros enfrentamientos entre las facciones de la barra brava, el primer encuentro como local por la Sudamericana transcurrió en una tensa calma, con muchos insultos a Hugo Moyano y algunos murmullos por el bajo rendimiento. La única facción que logró entrar al estadio fue la “oficial”, liderada por Juan Ignacio Leczniki, que está enfrentada con el grupo conducido por Pablo “Bebote” Álvarez y el sector que lidera César “Lokillo” Rodríguez.
Ese clima enrarecido de las tribunas se tradujo en el accionar del equipo dirigido por Eduardo Domínguez en el campo juego. Más allá de alguna acción aislada provocada por la movilidad de Domingo Blanco y la buena pegada Gastón Togni, Independiente careció de peso ofensivo y estuvo muy irresoluto. Volvió a dejar en evidencia lo mucho que le cuesta marcar. Eso animó al humilde cuadro paraguayo a jugar con mucha soltura y a disponer de alguna chance clara para irse al descanso en ventaja.
Compacto de Independiente 2 vs. General Caballero 0
En la mitad final, Domínguez intentó cambiarle la cara al Rojo con los ingresos de Tomás Pozzo y Alan Soñora. Y la apuesta le salió bien. Porque cuando el rival se había entusiasmado un poco, Independiente sentenció la historia en apenas 10 minutos. Primero, con el tanto de Benegas, que no tuvo más que empujar un centro del chico Pozzo, a los 20 minutos; después, con un golazo de Soñora, que con un potente remate desde fuera del área puso el 2 a 0. En las tribunas la desilusión se transformó en cantos festivos que subieron paulatinamente el volumen y coronaron una noche copera para el Rojo.
Con este triunfo, Independiente suma los primeros tres puntos y endereza su camino en la zona en la que es líder Ceará, con 6 unidades. En la próxima fecha el conjunto de Avellaneda viajará a Venezuela para enfrentarse con La Guaira, presionado por ganar para mantener considerables chances de clasificarse para la segunda etapa de la Sudamericana. Por lo pronto, más allá del turbulento presente institucional, la victoria sirve para aquietar las críticas por la irregularidad futbolística y abrir una hendija de esperanza.