Claudio “Chiqui” Tapia, el dueño de la pelota: aglutina súper poderes y barre al que le pongan enfrente

El máximo dirigente del fútbol argentino se puso al frente de la primera división, cargo que mantendrá al menos por 90 días

Si bien la Justicia le dio un plazo de 90 días para “normalizar” (según dijo el propio Tapia) la LPF, hay dirigentes que entienden que ese tiempo se extenderá aún más. Y que la influencia del máximo dirigente del fútbol argentino en las cuestiones de la LPF seguirá hasta 2023, cuando vence el mandato original de Marcelo Tinelli. Cabe recordar que el conductor televisivo y empresario accedió al máximo cargo de la LPF tras un acuerdo político: Tapia fue reelecto en mayo de 2020 (un año antes del final de su mandato) y el inventor de Showmatch accedió al cargo principal de la LPF. Con el Gobierno nacional como garante (el acuerdo se hizo en la casa de Sergio Massa), el poder se dividió. Y la LPF tuvo un nuevo estatuto que le recortaba las atribuciones, a medio camino entre la anexión completa por parte de Viamonte y la Superliga autárquica que alguna vez fue.

“Esto va para largo, todos encolumnados detrás de Tapia”, concedió uno de los asistentes a la reunión en el petit-hotel de la zona de Tribunales. Sobre el futuro, el círculo aúlico del presidente de la AFA-administrador de la LPF estará integrado por los cinco grandes: River, Boca, Racing, Independiente y San Lorenzo. Además, Tapia designará a una “mesa directiva” que resolverá cuestiones conjuntas con el CEO de la LPF, Francisco Duarte. Es probable que entre ellos estén los integrantes de la lista que encabezaba Malaspina, y que también integraban Hernán Arboleya (Lanús), David Garzón (Huracán) y Gabriel Pellegrino (Gimnasia, de La Plata), entre otros. Duarte también expuso en la reunión (habló sobre el fixture de la Copa de la LPF y la organización de los próximos partidos) y no puede hacerse el desentendido: la semana pasada, Tapia fue a las oficinas que la LPF todavía alquila en Puerto Madero. Y le adelantó que por decisión de la Justicia él tenía que estar al tanto de lo que sucediera en la Liga Profesional.

Operativo clamor

Una vez que Marcelo Tinelli se convirtió en el candidato de Alberto Fernández para el sillón de Tapia en la AFA, el hombre fuerte de Barracas Central supo que el animador era su enemigo. No iba a parar hasta verlo fuera de combate. Consiguió que la Inspección General de Justicia (IGJ) le diera la razón en 2021 y confirmara su reelección al frente de la AFA hasta 2025. Si la política de la AFA fuera ajedrez, aquella decisión fue jaque para el animador. Faltaba el mate, que era quitarlo de la presidencia de la LPF, el único cargo que le quedaba tras su pedido de licencia en San Lorenzo.

Los dirigentes de la Liga Profesional escuchan a Claudio Tapia, presidente de la AFA en el tercer piso del edificio de la calle Viamonte
Los dirigentes de la Liga Profesional escuchan a Claudio Tapia, presidente de la AFA en el tercer piso del edificio de la calle ViamonteLiga Profesional de Fútbol

Después del sorteo de la Copa Argentina, en diciembre, un grupo de dirigentes encabezados por Malaspina le expresó su descontento con la gestión tinellista en la LPF. Barracas Central, el equipo de Tapia, acababa de ascender a primera división. Armar a un candidato para disputarle el poder a Tinelli en la máxima categoría era el paso que le faltaba a Tapia. Lo hizo en apenas un puñado de días. No hubo elecciones porque el animador denunció el proceso electoral en la Justicia. Y en los tribunales terminaron empoderando a Tapia, que por unos días tendrá la suma de todo el poder de la pelota, como soñó el día de su asunción, el 29 de marzo de 2017.

“Haremos lo que Tapia diga”, concedió otro dirigente de primera ante la consulta sobre el futuro de la...¿Liga Profesional? Para muchos, el nombre quedará en el olvido y la máxima categoría quedará reducida a un piso en el edificio de la AFA. Nada de oficinas coquetas cerca del río. Todos en Viamonte o en Ezeiza, como las categorías del ascenso. Nada de independencia ni autarquía. De hecho, la LPF, pese a tener sus propios sponsors y el mejor contrato de televisación del fútbol argentino (casi $10 mil millones al año), precisará de la ayuda de la AFA para cubrir el costo del VAR hasta fin de año. Según fuentes de la AFA, cada partido tiene un valor cercano a los $350 mil, y para evitar que los clubes tengan que pagarlo se apelará a dos auspiciantes: Tapia confirmó que la tecnológica TCL estampará su logo en las cabinas de VAR donde los árbitros revisan las jugadas. El resto del dinero provendrá del contrato de sponsoreo de alguna de las empresas internacionales que auspician al seleccionado argentino.

En esta coyuntura, y teniendo en cuenta que hay clubes de la máxima categoría que le responden en forma directa a Tapia (Barracas Central, Platense, Rosario Central, por citar algunos) un escenario sin elecciones y con el presidente de la AFA al frente de todo el fútbol argentino no es descabellado. Claro que habría que llamar a una Asamblea presencial para derogar la Liga Profesional y que la primera división vuelva a tener status de categoría como cualquier otra de del fútbol argentino. En la AFA. Con todos. Hasta que eso pase, Tapia será un administrador con poderes delegados por la Justicia. Este martes fue su primer día. Y lo terminó de la mejor manera: su equipo, Barracas Central, le ganó de visitante a Arsenal, el equipo de Julio Humberto Grondona.

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