Boca: las formas preocupan más que la derrota

El foco debe estar puesto en la imagen que dejó el equipo ante Deportivo Cali y no en el 0-2 sufrido en Colombia. El Xeneize debe vender más cara la derrota.

Juampi Reynoso
As
Seguramente, Boca clasifique a octavos de final de la Copa Libertadores. Lo acontecido en las últimas ediciones del certamen continental así lo indica. Al Xeneize le cuestan los grupos, pero con el correr de las semanas se acomoda en la tabla casi que por inercia y saca boleto a la otra ronda. Acá, el tema pasa por otro lado.

La caída ante Deportivo Cali, por 2 a 0 en Colombia, no es tan preocupante desde lo numérico. La zona E recién arranca y aún restan cinco encuentros más para definir a los dos primeros, que seguirán con vida en la Copa, y al tercero, que jugará la Sudamericana. El foco no debe estar puesto en un partido perdido, sino en las formas.

Juan Román Riquelme, con razón, repite en cada entrevista que brinda que su equipo tiene que ser competitivo. En otras palabras, el vicepresidente anhela que el cuadro de sus amores de pelea en cada lugar donde le toque jugar y, más allá de ganar, perder o empatar, deje una imagen que esté a la altura del escudo del club. Sin embargo, hace rato que el Xeneize no puede vender cara la derrota y cae en un pozo cada vez que se va abajo en el marcador.

Las generaciones más antiguas se criaron con un Boca combativo dentro del terreno de juego, que no se daba por vencido ni aún vencido. Las más recientes gozaron de las vueltas olímpicas de la mano de Carlos Bianchi, Alfio Basile y Miguel Russo, pero también tuvieron ejemplos de que cuando la cosa no sale, como en aquella semifinal vs. Fluminense en 2008, se puede puede recibir una ovación. Llegó el momento de mirar para atrás y entender, de una vez por todas, que sin una idea futbolística clara ni la actitud necesaria para vestir la camiseta que representa a millones será difícil lograr el tan ansiado objetivo.

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