Banco Mundial proyecta crecimiento del PIB en 3,9% y presión inflacionaria
El Banco Mundial, en su último informe económico presentado ayer, proyectó un crecimiento del 3,9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia en la gestión 2022, una cifra menor al 5,1 por ciento que prevé el Gobierno nacional. El organismo advierte una presión inflacionaria para América Latina y el Caribe.
El informe proyecta, además, un crecimiento de la economía boliviana del 2,8 por ciento en 2023 y del 2,7 en 2024. A nivel regional, el Banco Mundial estima una mejora del 2,3 por ciento en 2022 y 2,2 por ciento en 2023.
El organismo internacional señala que el crecimiento económico de la región permite a la mayoría de los países revertir las pérdidas registradas durante la pandemia del coronavirus, sin embargo, advierte que mencionadas proyecciones de crecimiento están entre las más bajas del mundo y en medio de una serie de incertidumbres.
Entre los factores negativos está la aparición de nuevas variantes del coronavirus, el aumento de la presión inflacionaria y la guerra entre Rusia y Ucrania, que amenaza la recuperación de la economía mundial.
“Nos encontramos en un entorno mundial de gran incertidumbre, que podría impactar en la recuperación pos pandemia”, dijo el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
En este contexto, el economista Germán Molina dijo estar de acuerdo con la proyección de crecimiento económico del 3,9 por ciento para 2022 que hizo el Banco Mundial. A decir del especialista, es poco probable que el PIB crezca al 5,1 por ciento como lo prevé el Gobierno nacional en el Presupuesto General del Estado y el Programa Fiscal Financiero.
Molina indicó que los últimos datos oficiales muestran que al tercer trimestre de 2021 crecieron sólo 7 de los 11 sectores que conforman la economía nacional. Agregó que Bolivia tiene una constante reducción en sus exportaciones de gas y las de minerales sólo suben en valor, mientras que las exportaciones agropecuarias son restringidas por cupos.
En este contexto, el analista considera que el país no podría alcanzar un crecimiento económico superior al 4 por ciento.
Molina añadió que otro factor que resta posibilidades de alcanzar una mayor tasa de crecimiento es la falta de financiamiento para inversión pública. Si bien el Gobierno proyectó destinar en 2022 más de 5.000 millones de dólares para este fin, no consiguió la totalidad del financiamiento.
Molina recordó que Bolivia buscó colocar 2.000 millones de dólares en bonos soberanos, pero solamente se concretaron 850 millones, con los que se pagará parte de la deuda externa.
El organismo internacional señala que el crecimiento económico de la región permite a la mayoría de los países revertir las pérdidas registradas durante la pandemia del coronavirus, sin embargo, advierte que mencionadas proyecciones de crecimiento están entre las más bajas del mundo y en medio de una serie de incertidumbres.
Entre los factores negativos está la aparición de nuevas variantes del coronavirus, el aumento de la presión inflacionaria y la guerra entre Rusia y Ucrania, que amenaza la recuperación de la economía mundial.
“Nos encontramos en un entorno mundial de gran incertidumbre, que podría impactar en la recuperación pos pandemia”, dijo el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
En este contexto, el economista Germán Molina dijo estar de acuerdo con la proyección de crecimiento económico del 3,9 por ciento para 2022 que hizo el Banco Mundial. A decir del especialista, es poco probable que el PIB crezca al 5,1 por ciento como lo prevé el Gobierno nacional en el Presupuesto General del Estado y el Programa Fiscal Financiero.
Molina indicó que los últimos datos oficiales muestran que al tercer trimestre de 2021 crecieron sólo 7 de los 11 sectores que conforman la economía nacional. Agregó que Bolivia tiene una constante reducción en sus exportaciones de gas y las de minerales sólo suben en valor, mientras que las exportaciones agropecuarias son restringidas por cupos.
En este contexto, el analista considera que el país no podría alcanzar un crecimiento económico superior al 4 por ciento.
Molina añadió que otro factor que resta posibilidades de alcanzar una mayor tasa de crecimiento es la falta de financiamiento para inversión pública. Si bien el Gobierno proyectó destinar en 2022 más de 5.000 millones de dólares para este fin, no consiguió la totalidad del financiamiento.
Molina recordó que Bolivia buscó colocar 2.000 millones de dólares en bonos soberanos, pero solamente se concretaron 850 millones, con los que se pagará parte de la deuda externa.
Inflación mientras dure la guerra
El analista económica Germán Molina afirmó que el incremento de precios de los productos de consumo básico continuará mientras dure el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
Mencionó que Ucrania es el principal país proveedor de cereales y granos a nivel mundial, pero al estar en guerra su economía está paralizada, situación que provoca una contracción en la oferta y, consecuentemente, incremento del precio.
“Va a haber un alza de precios donde vamos a tener países ganadores y perdedores, y los ganadores van a ser los productos que tienen que para exportar y los perdedores van a ser los países que importamos como el caso de Bolivia”, dijo.