Al Atlético se le van 17 puntos contra 'los equipos de abajo'
El equipo del Cholo volvió a perder ante el Mallorca, que le ha arrebatado seis puntos. Cinco fueron el Levante, tres el Alavés y otros tres el Granada con el que jugará en 11 días.
Una Liga, esa de 14, que los rojiblancos recorrían impecable, contando sus partidos sólo con victorias, seis de seis. Osasuna, Celta, Betis, Cádiz, Rayo Vallecano, Alavés. Hasta que volvió a tropezarse con su segundo equipo en descenso en esta lista. Si al Alavés le ganó, sólo le dejó que le arañara los tres puntos en la primera vuelta, contra el Mallorca no fue capaz. Primero Luis García Plaza, en el duelo en el Wanda Metropolitano, ahora Javier Aguirre, exrojiblanco, de 2006 a 2009, que tuvo como inspiración el duelo de los rojiblancos ante el Mánchester, el pasado martes. Lo suyo no fue dos muros de cinco hombres y cinco, pero sí un ejercicio de contener más que proponer.
Aguirre, otra piedra al tobillo
Y le salió. Por el oficio de su propio equipo y por la inoperancia del rival. Porque el Atlético cuando quiso darse cuenta del partido habían pasado setenta minutos y perdía 1-0. Cómo es otra historia. La pugna por una pelota, un pisotón por la inercia, un silbido de penalti que el VAR no llamó para corregir o, al menos, verificar en la pantalla. El Atleti ahogado en Mallorca con esa piedra al pie, sus partidos ante los últimos de LaLiga. Sus otras tres derrotas, sin embargo, le llegaron ante los tres primeros: en casa del Madrid (con quien aún tiene que jugar en esta segunda vuelta de LaLiga, el fin de semana del 8 de mayo), del Sevilla (lo mismo, partido de la segunda vuelta en la semana siguiente, el 15 de mayo) y la del Barça (a quien, sin embargo, ganó en el Metropolitano en la primera vuelta).
A los rojiblancos se les fue la Liga contra los de abajo. Ahora, el Betis, a un punto en la que es su Liga, la de 14 y la general: clasificarse para la próxima Champions. El fin de semana que viene, el Espanyol. Después del reto en mayúsculas: mostrar que el partido de ida de cuartos de final ante el City en Mánchester, ese 5-5-0, tiene explicación.