Agustín Almendra y el Consejo de Fútbol acorralan a Battaglia en Boca
La vuelta de Almendra, encima con un gol clave, pone en jaque a Battaglia, que tiene toda la presión en un momento de cuestionamientos. Con el jugador indultado por Riquelme, ¿qué caminos le quedan al técnico?
A eso de las once menos diez, después de una actuación sin muchas luces, Almendra recibe un foul detrás de la mitad de la cancha y apura el tiro libre; sigue la jugada al trotecito; llega a la puerta del área en posición de 10 y recibe el pase desde la izquierda; apunta, dispara desde afuera del área -como otras veces hizo en Primera- y la pelota entra abajo, pegada al palo (increíble, el día que Villa recibió el perdón del Consejo, también volvió con un gol en Reserva). Todos saben que con ese derechazo, Boca acaba de ganar el partido. El abrazo de todos sus compañeros, un abrazo intenso, efusivo, unánime, no tiene que ver solamente con eso, con llegar al triunfo sobre Vélez en el tiro del final. Ninguno de ellos desconoce el momento que atraviesa el volante, la relevancia de ese gol.
¿Qué quiere decir esto? Que Almendra tiene el indulto de Riquelme, y que si Battaglia revierte su postura irreversible, volverá a tener un lugar en Primera. Toda la presión la tiene el técnico de Boca. Un técnico cuestionado por un muy mal arranque en Copa Libertadores que volvió a posar sombras sobre su gestión. ¿Es un apriete del Consejo? Sí, sin dudas. Battaglia dijo, el día que Almendra lo trató de títere, que si el jugador no era separado del plantel, sus días como técnico del club habían terminado. "Es él o yo", les planteó a los integrantes del Consejo. El propio Battaglia anunció públicamente la decisión sobre Almendra y, públicamente también, fue bancado por un Benedetto que habló por todo el grupo -aunque el consenso general no estuviera tan claro.
¿Qué caminos le quedan a Battaglia? Caminos difíciles, en los que se requiere mucha personalidad. 1) Bancar su postura, no considerar a Almendra pase lo que pase en el juego y/o en los resultados. 2) Irse, si el Consejo le exige que lo ponga o hay un clamor popular pidiendo por el volante (difícil). Lo único que no le cabe es la marcha atrás. Hay cosas de las que no se vuelve, y si Battaglia vuelve a incluir a Almendra en el grupo perderá el crédito -poco o mucho- que tiene. Terminará dándole la razón a Almendra en cuanto a que lo manejan desde arriba. Todo eso hicieron estos 45 minutos en Reserva. Todo eso hizo esa pelota obediente a la orden de Almendra que se clavó allá abajo.
Quizá Battaglia lo sepa o tal vez no. Y no deja de ser una de esas casualidades que inquietan. Las almendras, las almendras amargas, son peligrosísimas porque tienen un compuesto que libera cianuro, un veneno letal para el hombre. Sin dudas este Almendra, con mayúsculas, es peligrosísimo para Battaglia. Un Battaglia que tiene poco para mostrar y que ahora siente la presión de un círculo que va cerrándose sobre él.