Abogado del fallecido en operativo aduanero niega existencia de contrabando y pedirá cárcel para militares
“Según el relato de los estibadores, a las 3.00 los militares irrumpen en el lugar y ven el camión vacío, no estaba con carga, había latas de cerveza, pero en el piso del depósito. El camión no llevaba carga y eso se puede demostrar en una próxima inspección. El fallecido es quien abre la puerta del garaje y es cuando los militares comienzan a disparar”, afirmó Parra en entrevista con Radio El Deber.
Incluso menciona que, con base a las declaraciones de los estibadores, la orden de fuego lo da un civil, presuntamente un funcionario de la Aduana porque tenía un chaleco de la institución y es cuando disparan contra el camión y la humanidad de esta persona.
Además, ordena que se maltrate a los estibadores con la cacha de las armas, y que eso se puede corroborar con los exámenes médicos que se han hecho.
El jurista negó que hubiera un cruce de fuego previo a la muerte de Jorge Alberto Flores, de 27 años, ya que a los aprehendidos se les hizo una prueba de guantelete y dieron negativo. Por eso se dispuso su libertad, pero poco después fueron nuevamente aprehendidos por el delito de favorecimiento al contrabando.
“Es lo que dijo la presidenta de la Aduana, sin embargo, esto es falso. Incluso se dijo que estaban en estado de ebriedad y se hizo el examen de toxicología, ellos estaban sobrios, no eran personas agresivas. Es falso que hayan tenido armas de fuego, porque se les hizo las pruebas de guantelete y no han dado positivo, por eso se los liberó, pero cuando se retiraban fueron imputados por otro delito que es favorecimiento al contrabando”, respondió ante la consulta hecha por el medio cruceño.
Según Parra, algo que les llama la atención es que no se tenía la orden de allanamiento, por eso la Policía se retiró del lugar. Los funcionarios de la Aduana primero interrogaron a los trabajadores el martes a las 14.00, donde presuntamente pudieron constatar que se trataba de gente humilde que no era agresiva, pero el miércoles, a las 3.00, irrumpieron en el lugar con armas de fuego.
Tras el hecho, se aprehendió a los tres militares que dieron positivo a la prueba de guantelete, contra quienes los familiares piden la pena máxima por el delito de homicidio.