Vitaminas ante la semana clave

El Barcelona goleó a Osasuna en un partido que permitió a Xavi regular a sus jugadores. Ferran recuperó el gol, Dembélé jugó un partidazo y los culés ya tienen al Sevilla a cinco puntos con un partido menos.

Santi Giménez
As
El Barcelona recuperó sensaciones, optimismo, colmillo y confianza cuando más lo necesitaba goleando a Osasuna por 4-0 en un partido que los catalanes liquidaron por la vía rápida y que permitió a Xavi dar descanso a alguna de sus piezas clave y minutos a jugadores que apenas tenían protagonismo.

 Con este triunfo, el cuarto consecutivo en LaLiga, el Barcelona mantiene el pulso a sus competidores para conquistar la zona Champions, que está carísima. El Barça comenzó el partido quinto clasificado y acabó tercero a cinco puntos del Sevilla con un partido menos que los de Lopetegui, que fueron el único que tropezó de los equipos de la zona alta. Los barcelonistas ya dependen de si mismos para conquistar la segunda posición.

La frase tiene diversos padres, pero cobró notoriedad cuando Gonzalo Higuaín en una entrevista en el 2010 aseguró que Ruud van Niistelrooy le dijo un día que no se preocupara por la sequía goleadora que sufría por entonces, que esto de los goles eran como “el bote del kétchup, que a veces no sale, pero cuando mana, cae de golpe”. Y eso es lo que le pasó al Barça -y a Ferran Torres concretamente- en una primera parte redonda ante Osasuna después de griparse el jueves ante el Galatasaray.

Con seis cambios en la alineación titular respecto al partido de Europa League, el Barcelona sometió a los navarros desde el inicio para recobrar sensaciones positivas ante una semana clave que empezaba ante Osasuna, seguirá con la final de Estambul y tendré su colofón el próximo domingo en el Bernabéu.

El duelo se puso de cara desde el inicio y quedó visto para sentencia en el cuarto de hora que fue del minuto 15 al 30. Abrió el marcador Ferran de penalti, el valenciano anotó el segundo aprovechando el descosido que le estaba haciendo Dembélé a la zaga de Osasuna. El francés volvió a ser titular en el Camp Nou tres meses después de su última aparición en el once inicial y se entendió a la perfección con Alves y Pedri. Le regaló a Ferran el segundo y a Aubameyang el tercero. Ousmane lleva ya siete asistencias de gol, cinco de ellas en cuatro partidos.

Con el 3-0 a favor, el Barcelona podría permitirse el lujo de pensar en lo que está por venir y comenzar a gestionar esfuerzos.

Quien tenía que cambiar el decorado era Osasuna, que se fue al descanso con dos faltas cometidas (una el penalti). Arrasate dio entrada a Aridane, Unai y Roberto Torres cambiando el dibujo táctico y dando una imagen más agresiva, pero insuficiente para poner en peligro un partido en el que Dembélé seguía siendo el más peligroso.

Como la situación parecía controlada, Xavi dio descanso a Piqué a pesar de que Eric vivía a una tarjeta de la suspensión de cara al Clásico y luego retiró a Auba y Pedri, que fue sustituido por Riqui, que tardó cinco minutos en marcar el cuarto tanto tras recoger un rechace de Herrera tras un disparo del propio canterano, que tuvo tanta fe como pausa para finalizar la jugada.

Con el viento a favor salieron al campo Braithwaite y Mingueza, inéditos desde hace semanas, mientras el partido seguía siendo gobernado por la sabiduría de Busquets, el ritmo de Gavi y la chispa de Dembélé.

Osasuna, sin opción alguna, quedó a merced de un Barcelona que disipó las dudas que podían haberse creado el jueves pasado ante el Galatasaray. El conjunto blaugrana inició su semana grande dando una sensación de suficiencia que recarga las pilas de jugadores clave como Dembélé y Ferran Torres. Ahora falta dosificar el kétchup y que caiga regularmente.

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