Tras el escándalo de los conscriptos, Putin respaldó el plan de enviar combatientes voluntarios a invadir Ucrania
El jefe del Kremlin había negado que soldados no profesionales hubieran combatido en la guerra, pero su propio Ministerio de Defensa lo desmintió y ahora busca cómo reforzar sus tropas
“Si ven personas que quieren ir voluntariamente, y no por dinero, a ayudar a la gente que vive en el Donbás (este de Ucrania), hay que acercarse a ellas y facilitarles la manera de llegar a la zona de combate”, dijo Putin, respondiendo a una propuesta de su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, que cifró en unos 16.000 el número de voluntarios de Medio Oriente.
Esta semana estalló un escándalo en Rusia porque ese mismo ministerio debió reconocer que había enviado a Ucrania a soldados conscriptos, violando una ley rusa que lo prohibe. Además, el propio Putin había negado que eso hubiera ocurrido: “Entiendo que se preocupen por sus seres queridos (...). Subrayo que los soldados conscriptos no participan en las hostilidades y no participarán en ellas”.
El cinismo de Putin quedó desnudo ante la realidad que expuso el organismo de defensa de su gobierno y también por múltiples videos e imágenes de jóvenes que murieron o fueron capturados en Ucrania y revelaron que habían llegado allí engañados por sus jefes de armas.
Ahora el jefe del ejército invasor dice que sumar voluntarios se justifica porque “los socios occidentales del régimen ucraniano ni siquiera se esconden” y reúnen abiertamente “a mercenarios de todo el mundo para enviarlos a Ucrania”.
El gobierno de Zelenski anunció la creación de una legión de extranjeros voluntarios integrada en sus fuerzas armadas para combatir a los militares rusos en su territorio.
Rusia está acusada desde hace años de recurrir a paramilitares privados, como los de la nebulosa del grupo Wagner, y de desplegarlos en territorios de conflicto como Siria, República Centroafricana o Malí.
También ha sido acusada de haber formado, de esta manera, la rebelión separatista armada prorrusa del Donbás ucraniano en 2014.
Putin también indicó a su ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, respaldar su idea de suministrar a las fuerzas separatistas del este el armamento confiscado a Ucrania, “especialmente el que sea de fabricación occidental”.
En otro orden, el régimen de Putin anunció este viernes un “control estricto” de las empresas extranjeras que anuncian que suspenden sus actividades en el país debido a la intervención militar rusa en Ucrania.
La medida será implementada a través de una fiscalía que supervisará la ejecución de cese de operaciones.
“Los fiscales van a establecer un control estricto del respeto de la ley del trabajo, pago de salarios y cumplimiento de las obligaciones contractuales”, anunció el fiscal general en un comunicado.
Más tempano Estados Unidos dijo que Rusia saldrá perjudicada si incauta los activos de las empresas extranjeras que están abandonando el país, y advirtió que podría exponerse a demandas de esas compañías.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, reaccionó de esta forma a la afirmación de Putin según la cual su gobierno puede gestionar los activos de las empresas extranjeras que están cesando sus operaciones en Rusia o abandonando el país como respuesta a la invasión de Ucrania.