SUECIA 1 -R. CHECA 0 / Ibra se cita con Lewandowski

Suecia jugará la final de la repesca con Polonia después de ganar a República Checa en la prórroga gracias a un gol de Quaison a pase de Isak.

Ignacio Camacho
As
Ibrahimovic tendrá una última oportunidad para intentar jugar su último Mundial. Después de perderse el de Rusia 2018, la estrella sueca ha alargado su carrera y hecho las paces con la federación con la esperanza de jugar un último gran torneo con su selección. Para lograrlo, Suecia tendrá que eliminar a Polonia en la final de la repesca después de ganar a República Checa en un partido bastante aburrido que se desequilibró en la prórroga.


Suecia es un equipo al que le gusta correr. Sobre todo cuando no esta Ibrahimovic, que condena al equipo a jugar para él, que para eso es más alto, más mayor, más rico y, sin duda, más talentoso. Sin Ibra, que estaba sancionado, a Suecia le gusta robar y explotar la velocidad de Isak y Kulusevski. Le funcionó muy bien en la fase de grupos ante España, pero la República Checa es un equipo que se siente cómoda con el bloque bajo, el que puso de moda Ancelotti, y eso dificultó las transiciones rápidas de la selección nórdica. Sin un plan B, los suecos se encontraron un poco perdidos en la primera parte mientras que los checos se fueron soltando poco a poco.

A los pocos minutos Hlozec, que ayer jugó en lugar del lesionado Schick, ese que en la Eurocopa marcó un gol desde Nueva York, avisó a Olsen con un tímido disparo desde la frontal y luego el VAR salvó a Suecia del 0-1. El inglés Michael Oliver anuló un gol de Kuchta por una supuesta falta previa de Soucek que solo vio él. Por suerte para Oliver (y para los suecos) el VAR le sacó de un apuro informándole de un fuera de juego milimétrico del que nadie se había percatado. Lidelof también evitó el gol visitante desviando con la puntera un pase de la muerte con el que Hlozec ya se estaba relamiendo. No fue hasta la media hora cuando Kulusevski tuvo la primera gran ocasión para Suecia, pero su disparo con la derecha, precipitado, se marchó desviado.

Con el paso de los minutos, tanto Suecia como República Checa se fueron volviendo más conservadoras. El miedo a cometer un error hizo que el partido se volviera plano. Con muchas riñas en el medio del campo y poca alegría en las áreas. Cada vez que alguien se marchaba de su par, rápidamente era derribado. Las amarillas comenzaban a volar hacia un lado y al otro y todo parecía indicar que sólo alguna acción individual, pequeños detalles que lo llaman los entrenadores, rompería la igualdad. Pero los detalles no llegaron, ni pequeños ni grandes, y el partido se fue a la prórroga.

Si en los 90 minutos reglamentarios República Checa arriesgó poco, en la prórroga lo hizo menos. Suecia, ante su público, se vio obligada a dar un paso adelante, pequeñito, sin excesiva confianza. Pero la suficiente para que en el 110' Quaison hiciera una pared con Isak en el área y, al primer toque, el exdelantero del Mainz, ahora en un equipo saudí, aprovechase para anotar el gol que clasifica a Suecia a la final de la repesca y deja a República Checa sin Mundial.

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