Qatar 2022. El Tata Martino le dio a México el pasaje al Mundial, entre duras críticas y problemas de salud
Cuestionamientos desde todos lados y una afección que lo ha ausentado de partidos no le impidieron conseguir la clasificación a la Copa del Mundo
Con apenas dos derrotas en catorce partidos en las eliminatorias (las que sufrió en la fatídica doble fecha de noviembre, en sus visitas a Estados Unidos y Canadá), Martino afronta un vendaval de cuestionamientos. Tras la derrota ante Estados Unidos, por ejemplo, debió retirarse de la conferencia de prensa entre insultos y gritos. Pero no solo desde la prensa o de la opinión pública (que en Twitter acuñó el hashtag #fueratata) llegaron las críticas: algunas de las vacas sagradas del fútbol mexicano no han tenido tapujos en expresar a viva voz que el argentino debía ser removido de su puesto.
Sin embargo, ayer se vio un gesto indiscutible: luego del primer gol anotado ante El Salvador por Uriel Antuna, tanto el futbolista de Cruz Azul como varios de sus compañeros eligieron al director técnico como destinatario para celebrar la conquista. El espaldarazo de sus dirigidos fue contundente. “Adentro es otra cosa, por fuera se hablan otras cosas, pero estamos con él. Hay que respetar el proceso, cuando comenzó jugábamos muy bien y lo respaldamos nosotros”, afirmó Antuna luego del partido.
¿Qué es lo que se cuestiona del exentrenador de Newell’s, Barcelona y los seleccionados de Paraguay y Argentina? A grandes rasgos, una idea de juego que no termina de consolidarse, los nombres convocados (y, sobre todo, algunas figuras que ha dejado de lado) y, en los últimos tiempos, sus ausencias en algunos compromisos debido a temas de salud. Martino, de 59 años, sufrió un desprendimiento de retina que lo ha obligado a someterse a un par de intervenciones en el ojo derecho. Primero en septiembre de 2021 y luego en febrero, lo que coincidió con algunos encuentros de México por eliminatorias, en los que su principal ayudante, Jorge Theiler, quedó al frente del equipo (y valga la aclaración, se mantuvo imbatido).
La de febrero fue una operación de cataratas, que se complicó por una fibrosis entre el iris y el lente que le colocaron para reemplazar al cristalino. Por lo cual hoy se sometía a una nueva intervención con láser para atacar esa fibrosis y liberar los conductos por los que segrega el ojo, ya que le genera presión.
“Tengo un problema en mi ojo derecho, tuve dos desprendimientos de retina. [La intervención] Tiene una parte que consiste en ponerte una burbuja de gas para que la retina regrese a su lugar habitual, mientras esa burbuja no se deshaga, estoy imposibilitado de subir a un avión. Por eso no pude ir a Honduras, los motivos son no poder subir a un avión y por eso no subo desde los primeros días de enero de este año”, había explicado Martino hace unos días, en referencia a su ausencia en el encuentro en Tegucigalpa, en el que México -dirigido por Theiler- venció por 1 a 0.
Fue entonces cuando salieron referentes de peso del fútbol de México a cuestionar a Martino, y sobre todo a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF). Miguel El Piojo Herrera, entrenador de Tigres y quien estuvo al frente del seleccionado de su país en el Mundial de 2014, fue al hueso con sus declaraciones: “Nos brinca, porque no va a los partidos por cuestión de salud, pero si no tiene salud se tendría que hacer a un lado, más allá no sé qué tenga. Si vuela a Argentina, tendría que volar a Honduras. Son las cosas que de repente a nosotros no nos caen bien”, señaló. Y fue más allá: “Está en las puertas de Qatar, sería realmente una tragedia lo que tenga que suceder, pero si no tiene salud obviamente debería dar un paso al costado”.
Otro de los que se pronunció abiertamente fue Hugo Sánchez, acaso el mejor jugador de la historia de México. El exgoleador de Real Madrid fue vehemente en sus declaraciones y directamente se postuló para reemplazar a Martino: “Yo, a dirigir la selección mexicana, iría gratis. Con el afán de ayudar a México y colaborar para que pueda ir al Mundial y pueda estar bien dirigido, iría y gratis”.
Otra gloria del Tri, Manuel Negrete, aquel del inolvidable gol de tijera en el Mundial 86, ante Bulgaria, fue lapidario al ser consultado si cambiaría al entrenador: “Yo sí lo haría. Es un buen entrenador, con mucha calidad, pero no vemos un equipo mexicano que juegue a algo”.
Otra de las cuestiones con las que se le cae al entrenador, tiene que ver con la no convocatoria a algunas figuras. El caso más emblemático es el de Javier Chicharito Hernández, que no ha sido parte del Tri desde el 6 de septiembre de 2019, cuando anotó un tanto en la victoria 3 a 0 contra Estados Unidos. En ese caso, si bien Martino se refirió a cuestiones futbolísticas, fue el propio presidente de la FMF el que deslizó que el delantero de Los Angeles Galaxy no volvió a ser llamado por “cuestiones internas”.
Sin embargo, lejos de entrar en controversias, Martino siempre se mantuvo en su eje. Ayer mismo, luego de la clasificación, afrontó los micrófonos con sosiego y tono pausado. “Estoy con la tranquilidad de haber terminado la eliminatoria con el deber cumplido. Esto es lo que se esperaba de nosotros. Lo que viene es prepararnos para el objetivo. Agradecimiento a los chicos, que hicieron un buen partido, por el gesto”, declaró, esto último en referencia al abrazo que recibió por parte de los futbolistas luego del primer gol.
La experiencia mundialista
Esta será la segunda experiencia mundialista para Tata Martino, que en Sudáfrica 2010 realizó una notable tarea al frente de Paraguay. En aquella cita, fue puntero invicto de su grupo, por delante de Eslovaquia, Nueva Zelanda y nada menos que Italia, venció a Japón en octavos de final y cayó en cuartos ante España por 1 a 0 -a la postre, el campeón-, a quien estuvo a punto de vencer (Tacuara Cardozo falló un penal con el partido 0 a 0).
Al mando de la selección argentina, en la que asumió en 2014, Martino comenzó las eliminatorias para Rusia 2018, hasta que en julio de 2016 renunció porque el caos organizativo de la AFA, por entonces conducida por una Comisión Normalizadora, impedía la conformación del mejor plantel posible para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. “Cuando una situación empieza a rozar tu dignidad no hay mucho por hacer o por lo cual quedarse. A veces un paso para atrás bien dado o una renuncia en el momento justo probablemente tenga muchas repercusiones positivas a futuro en la carrera de un entrenador. Lo único que me preocupaba era continuar con una forma de conducción que había iniciado Alejandro [Sabella], pero estructuralmente no se pudo”, expresó tiempo más tarde Tata, disgustado porque hasta los clubes grandes se habían negado a ceder sus futbolistas para los Juegos Olímpicos.