Por qué el ‘copón 3′ es la bisagra entre el alivio y el terror
Se puede perder un partido en la primera rueda e igualmente ser campeón del mundo algunas semanas después. Le sucedió a España con Suiza en la Copa de Sudáfrica 2010. A la Argentina en casa contra Italia, en 1978. También a Alemania Federal en el ‘74, que curiosamente emparejada en su grupo con Alemania Democrática… tropezó. En 1954, la misma Alemania Federal cayó por 8 a 3 contra Hungría en la primera etapa…, y luego le ganaría la final al ‘equipo de oro’ húngaro de Ferenc Puskás. Pero lo que está prohibido es encadenar dos derrotas, lógico. No existe rescate posible: despedida, maletas y eliminación.
Por eso las miradas de la Argentina se posarán especialmente en el ‘copón 3′. Del 2, probabilidades matemáticas mediante, existen altas chances de un adversario muy complicado o al menos incómodo, desde Alemania, Países Bajos y Dinamarca, hasta Croacia y Suiza. Los cinco ganaron sus grupos europeos. Por eso el 3 tendría que traer alivio. ¿Pero cómo asoma? Difícil, muy traicionero.
Polonia con Robert Lewandowski; Senegal, campeón de África con Sadio Mané; Serbia, con el goleador Dusan Vlahovic, la perla que en enero incorporó Juventus, y Corea del Sur, con el extremo del Tottenham, Heung-min Son. Evitar a los cuatro resultaría ideal. ¿Y no hay más riesgos en esa zona? Bueno, convendrá no subestimar al incombustible Japón, sostenido en el talento del atacante Takumi Minamino (Liverpool), y Marruecos, con el lateral derecho Achraf Hakimi, compañero de Lionel Messi en la aventura de PSG, y Youssef En-Nesyri, goleador en Sevilla. Solamente quedan Irán y Túnez como un remanso. El ‘copón 3′ es una amenaza, un desfiladero de espinas.
Puede darse alguna zona accesible, sí, quizás con Estados Unidos, Irán y Arabia Saudita, pero sería un exagerado guiño del azar. En los pronósticos no aparecen opciones tan simpáticas, en general asoma un piso de mediana exigencia, y de allí, hacia escenarios bien preocupantes, como Alemania, Polonia y Camerún o Ghana. Sí, porque el ‘copón 4′, el que bien podría ser apenas decorativo, tendrá agazapados a esos dos predadores africanos. Y también a Canadá, con el lateral Alphonso Davies, de Bayern Munich, como ejemplo de un plantel enriquecido por piezas de doble nacionalidad. Y quizás a Gales de Gareth Bale, según la definición del repechaje europeo pendiente.
Salvo para 2002 (Nigeria, Inglaterra y Suecia) y en cierto punto en 2006 (Costa de Marfil, Serbia y Montenegro y Holanda), el bolillero ha sido bastante amable este siglo, más allá de cómo después lo resolvió la Argentina en la cancha. Para Rusia 2018 tocaron Islandia, Croacia y Nigeria. En Brasil 2014: Bosnia-Herzegovina, Irán y Nigeria. Y en Sudáfrica 2010: Nigeria, Corea del Sur y Grecia. Medio Oriente propone un sorteo extraño. Atención desprevenidos, porque está repleto de trampas.