Moscú lanza un asalto aéreo sobre Járkiv, estrecha el cerco sobre Kiev y "toma el control de Jersón"
Y los servicios de emergencia dicen que cuatro personas han muerto víctimas del bombardeo ruso en la mañana de este miércoles.
Misiles rusos han impactado edificios de la policía, así también como del Servicio de Seguridad de Ucrania y la Universidad Nacional Karazin esta mañana. Imágenes desde Járkiv muestran a bomberos luchando contra los fuegos en el edificio universitario y la estación policial tras el impacto.
Antes, militares ucranianos aseguraron que tropas rusas también habían atacado un hospital militar y que los combates seguían en marcha.
El alcalde de Járkiv dice que la ciudad está "parcialmente rodeada" por el ejército ruso, al que militares ucranianos están aguantando "heroicamente". Según el alcalde, los ataques a la ciudad han dejado al menos una veintena de muertos y más de 100 heridos.
Jersón
Al mismo tiempo, el ministerio de la Defensa ruso anunció que sus tropas tomaron el control de la ciudad de Jersón, de 300.000 habitantes y ubicada en el sur del país. Sin embargo, las autoridades ucranianas niegan que Rusia tomó el control de la ciudad.
Un concejal local le dijo a la BBC que en los últimos días murieron unas 200 personas, muchas de ellas civiles.
Si se confirma la caída de Jersón, esta se convertirá en la primera ciudad importante de Ucrania en caer en manos de Rusia. Las implicaciones de un control ruso serían significativas.
La ciudad ocupa una posición estratégica en el río Dniéper que divide a Ucrania. Si Rusia se hace con el control, "comenzaría a estrangular las logísticas de los ucranianos", dice Jack Watling, experto del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad en Londres.
Imágenes verificadas por la BBC parecen mostrar tropas rusas rondando por las calles de la ciudad.
Epicentro de la violencia
Por su parte, Járkiv ha estado en el epicentro de gran parte de la violencia que ha vivido Ucrania en los últimos días, desde el inicio de la invasión lanzada por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero.
El martes, los misiles de las tropas rusas alcanzaron un centro cultural y otros edificios destacados.
Un teatro de ópera, una sala de conciertos y oficinas gubernamentales fueron alcanzados en la Plaza de la Libertad de Járkiv.
Al menos 10 personas murieron y 35 más resultaron heridas, dijeron las autoridades locales.
El ataque se produjo cuando el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que Rusia estaba cometiendo crímenes de guerra.
"Este es el precio de la libertad", dijo el mandatario. "Esto es terrorismo contra Ucrania. No había objetivos militares en la plaza, ni tampoco en los distritos residenciales de Járkiv que son atacados con cohetes de artillería", agregó.
Videos mostraban el impacto de un misil en el edificio del gobierno local, seguido por una explosión que causó una enorme bola de fuego, así como ventanas de los edificios rompiéndose.
"Ayer hubo bombardeos muy intensos en áreas residenciales", dijo Maria Avdeeva, una experta en seguridad internacional que se encuentra actualmente en Járkiv.
"Fue la primera vez que Rusia apuntó deliberadamente a viviendas con personas viviendo allí", le dijo a la BBC.
Convoy rumbo a Kiev
Mientras tanto, las tropas rusas siguen su avance hacia Kiev, la capital de Ucrania. El alcalde de la ciudad urgió a sus residentes a quedarse en casa y prepararse para defender la ciudad.
Este martes, cinco personas murieron en el ataque a la torre de televisión más importante de la ciudad, afectando también a otras instalaciones de comunicación cercanas.
La explosión se produjo poco después de que Rusia avisara de que se prepara para atacar objetivos en Kiev e instara a los residentes a abandonar la ciudad.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania calificó el ataque como "bárbaro", que además se produjo cerca del memorial de Babi Yar dedicado a las víctimas del Holocausto.
Ahí se recuerda una de las mayores masacres de los escuadrones de la muerte nazis que mataron a más de 33.000 judíos en solo dos días de 1941. Los cuerpos fueron enterrados en una fosa común donde hoy está el memorial.
El gobierno ucraniano acusa a Rusia de intentar sitiar Kiev, hacia donde se acercaba un enorme convoy blindado ruso en las primeras horas del miércoles.
Imágenes satelitales mostraron que la columna militar tiene unos 64 km de largo.
El convoy, que parece haber disminuido su velocidad en las últimas 24 horas, incluye vehículos blindados, tanques, artillería y vehículos logísticos, y se ubicaba a unos 25 kilómetros de Kiev.
El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de cometer "más crímenes de guerra por furia, asesinando a civiles inocentes".
Hasta el martes más de 650.000 personas en Ucrania han huido de sus hogares para escapar de los combates, según Naciones Unidas. El organismo contabiliza más de 130 civiles muertos, incluidos 13 niños.
Los frentes de guerra
Además de los asedios en Járkiv y Jersón y el cerco a Kiev, este martes hubo ataques en más frentes.
Según varios reportes, el avance ruso se ha visto frenado por la resistencia ucraniana, que cuenta con una amplia participación de civiles que están echando mano de todos los recursos a su disposición para detener la invasión.
Mariupol, la ciudad portuaria estratégicamente ubicada en el sur, estuvo bajo constantes bombardeos, según su alcalde.
"Buscan el genocidio de la nación ucraniana", le dijo Vadym Boychenko a una emisora local. "Lucharemos hasta la última bala... Si se agotan, usaremos nuestros dientes contra el enemigo que se está moviendo hacia Mariupol".
En un video, el alcalde dijo que 128 civiles estaban recluidos en los hospitales de la ciudad.
Explicó que este martes fueron bombardeadas dos zonas residenciales, pero que pese a los ataques había sido posible restaurar la electricidad y las comunicaciones móviles en la ciudad.
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Investigarán crímenes de guerra
Las afirmaciones de que Rusia está cometiendo crímenes de guerra están aumentando.
El presidente de Ucrania, funcionarios del gobierno local y Amnistía Internacional dicen que los ataques deben investigarse.
Rusia ha negado que esté apuntado a áreas residenciales, pero la Corte Penal Internacional (CPI), que examina los crímenes de guerra, podría abrir una investigación.
El fiscal en jefe Karim Khan aún necesita la aprobación de los jueces de la CPI para comenzar su trabajo, pero ya ha pedido a su equipo que comience a recopilar evidencia de abusos, como ataques contra civiles.
Cualquier ciudadano ruso acusado de cometer crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio en Ucrania tendría que ser extraditado por el Kremlin antes de ser juzgado en La Haya.
En un proceso judicial aparte, la Corte Internacional de Justicia, también con sede en La Haya, fijó para los días 7 y 8 de marzo las audiencias de un juicio por una denuncia interpuesta por el gobierno de Ucrania en contra de Rusia.
Con esta demanda, introducida el pasado domingo, Kiev quiere que Moscú rinda cuentas por justificar su acción militar sobre la base de acusaciones no fundamentadas de un supuesto genocidio en Ucrania.
Ante los últimos acontecimientos, el líder de la OTAN, Jens Stoltenberg, acusó el presidente Putin de "romper la paz en Europa", mientras que el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, acusó a Rusia de "prácticas bárbaras e indiscriminadas... de enviar misiles a torres residenciales para matar niños".
Hablando ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo que las violaciones de Rusia "aumentaban cada hora" y apuntó que Moscú debería ser despojado de su membresía en el consejo.