Mi perro o mi gato no quieren comer: consejos para estimular su apetito
Si bien no es usual que estos animales pierdan el apetito, puede ocurrir. Y para esos momentos, será bueno contar con una serie de herramientas para lograr que se alimenten
Puede haber una época del año, como el verano, en la que disminuyan las ganas de comer, pero es muy difícil que pierdan el interés por la comida.
Por ello, cuando un perro (o un gato) no come es importante recurrir a nuestro veterinario de confianza para que lo evalúe y determine si existe una causa patológica que cause esa falta de apetito.
Será él quien establezca la conducta a seguir.
Un perro o un gato pueden dejar de comer porque existe algún problema físico, tales como el dolor tanto en el aparato locomotor (mucha atención con la edad) como en otras partes del cuerpo.
También la falta de apetito puede ir acompañada con algún otro signo grave e importante como vómitos o diarrea, lo cual amerita un exhaustivo examen y otra conducta médica.
Los gatos, además, son muy sensibles al estrés, ésta podría ser una causa de la falta de apetito en ellos.
Cualquier cambio en el ambiente, como por ejemplo una mudanza o la incorporación de otro animal a la casa, puede alterar el entorno y ser la causa determinante de la actitud frente a la comida por parte de un gato.
El momento de recurrir o no a la consulta veterinaria es una decisión de sentido común en la que resulta preferible pecar de exageración en bien de la integridad de la salud de nuestro animal de compañía.
No es correcto pensar que los animales mayores por su edad comen menos o tienen menos apetito.
Por el contrario, la edad incentiva en muchos animales el apetito a modo de recompensa vital única y especialmente interesante.
Los animales mayores, en especial los perros, comen con apetito y no bajan las cantidades de comida, y hasta las pueden aumentar al punto de tener que controlarlas para que no engorden.
Cuando hemos recurrido al profesional veterinario, hemos hecho un chequeo veterinario y sabemos que todo está bien, las más de las veces es necesario estimular el apetito.
Normalmente, es recomendable utilizar alimentos apetitosos como los fondos de cocción de carne o pollo, el caldo de pollo, en el perro.
En el gato podemos recurrir a alimentos muy sabrosos como el leberwurst, el aceite de oliva, las aceitunas o el pescado,
Por otra parte, utilizar dietas caseras con ingredientes frescos es más efectivo a la hora de reanudar el apetito perdido.
Con los alimentos balanceados secos puede resultar muy útil calentarlos 10 segundos en el horno de microondas o humedecerlos.
Finalmente suplementar con vitaminas naturales o usar drogas que estimulan el apetito, como la ciproheptadina, son recursos muy útiles, pero siempre bajo prescripción veterinaria.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.